Una operación de la Policía Nacional y la Agencia Tributaria ha permitido desarticular una trama de fraude en la compraventa de metales preciosos, en la que han sido detenidas 30 personas --4 en Córdoba, 4 en Barcelona y 22 en Madrid-- relacionadas con una red de empresas diseñadas para justificar la procedencia de metales preciosos obtenidos ilegalmente.

A los arrestados se les imputan delitos de receptación, falsedad documental, blanqueo de capitales y contra la Hacienda Pública por un fraude superior a los 2,5 millones de euros. Los agentes han registrado 20 empresas, domicilios y establecimientos en los que se han incautado de cerca de media tonelada de oro y de plata, más de 476.000 euros en efectivo y además han bloqueado activos financieros por un valor superior a los 458.000 euros.

Las investigaciones comenzaron en el 2013 en Cantabria, con una empresa que trataba de vender láminas de oro presentando una factura para justificar la procedencia del metal que mostraba irregularidades. Las pesquisas condujeron a una serie de empresas que habrían diseñado un entramado para la defraudación del IVA y la justificación del origen de los metales obtenidos al margen de la legalidad.

Así, la mayor parte del oro y la plata con que los investigados comerciaban se producía al margen de los requisitos exigidos en la legislación vigente, sin control policial o administrativo. El trayecto seguido por el metal pasaba desde los pequeños proveedores a intermediarios y hasta las grandes fundiciones o distribuidores. Los datos apuntaban a un entramado para dar salida a metal no registrado, posiblemente proveniente de delitos contra el patrimonio o contrabando.

Las operaciones de compraventa de metal bien no eran registradas, bien se registraban con facturación falsa para cuadrar la contabilidad y justificar las transferencias de dinero entre empresas, implicando falsas declaraciones ante Hacienda. Las empresas que eludían el ingreso del IVA eran instrumentalizadas por terceros mediante testaferros. Concretamente, la operativa detectada era la realización de transferencias bancarias a estas sociedades pantalla, obteniendo de nuevo el dinero a través de disposiciones en efectivo por parte de los testaferros. El dinero en metálico sería utilizado para la compra de los metales a los verdaderos proveedores.