Las denuncias por violencia de género en Córdoba han descendido un 9% en el primer semestre del 2014 respecto al mismo periodo del año anterior. Mientras que de enero a junio del 2013 se contabilizaron 850, en los mismos meses del 2014 se han recibido 77 menos, quedándose la cifra de denuncias en 773. Además, también se ha apreciado un ligero descenso al comparar trimestres, ya que si en el primero de este año se anotaron 390 denuncias, de abril a junio se registraron 383, según el último informe elaborado por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género con datos recogidos por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

La estadística, basada en los datos obtenidos en los juzgados de Violencia sobre la Mujer y en los órganos con competencias compartidas, señala que de las 773 denuncias registradas en el primer semestre --una media de cuatro casos al días--, 673 (el 87%) fueron presentadas por las propias víctimas, bien directamente ante los juzgados (121) o la mayoría (552) ante las fuerzas de seguridad. Del resto, 85 denuncias derivaron de partes de lesiones, 11 de la intervención policial y tres llegaron a través de familiares que pusieron en conocimiento los malos tratos.

En cuanto a los enjuiciados, en el primer semestre del 2014 se han sentado en el banquillo 157 personas por violencia de género, todos varones. De estos, 112 (el 71%) han sido condenados --101 españoles y 11 extranjeros-- y han sido absueltos 45 --todos españoles--. Respecto a las renuncias a la continuación del proceso en fase de instrucción, de enero a junio de este año se han contabilizado 58 casos, un 7,5% de las denuncias presentadas. Del total de renuncias, 47 correspondieron a españolas y 11 a extranjeras. Detrás de las renuncias, según los expertos, suelen estar en la mayoría de los casos el perdón de las víctimas o el miedo a enfrentarse a los agresores en un juicio.

En cuanto a la relación de los agresores y las víctimas a la hora de presentar la denuncia, la estadística señala que el 35% habían dejado la relación afectiva; el 31% eran cónyuges; el 23% eran compañeros sentimentales, y el 11%, excónyuges.