La monitora y los 12 alumnos de un taller de empleo que han realizado prácticas como auxiliares de geriatría en la residencia Parque Figueroa, de la Junta de Andalucía, denuncian que los mayores no están siendo bien atendidos por falta de personal. Belén Enecoiz, monitora del curso, explica que desde febrero sus alumnos han trabajado en este centro y han comprobado que "desde el verano falta personal y en los últimos meses la situación ha empeorado, faltaban hasta tres personas por turno y nuestros alumnos actuaban como un trabajador más".

La monitora señala que en la unidad de asistidos están ingresadas personas "que necesitan que les ayuden en todas sus actividades cotidianas, no pueden ni lavarse la cara, así que la escasez de personal no se limita a la higiene de los mayores, sino que estas personas están inmovilizadas, sin seguir terapia alguna".

MALTRATO Enecoiz señala que "los ancianos están siendo maltratados por la falta de personal, pero también por un mal ambiente laboral que ellos sufren y creemos que habría que reciclar a los trabajadores porque se percibe falta de motivación".

La monitora señala que "el taller terminó el 21 de diciembre y algunos mayores nos decían cosas como ´ahora que te vas ya no me bañarán´ o nos ofrecían dinero por venir a lavarles la cabeza". Ante esa situación, los alumnos y la monitora del taller de empleo del SAE acudieron a la Asociación de Ayuda a las Personas Mayores (Aypem), que ayer pidió una investigación sobre los hechos ante la Fiscalía del Discapacitado y la Delegación para la Igualdad y el Bienestar Social, ha confirmado la presidenta de Aypem, María Jesús Martos.

Por su parte, la delegada de Bienestar Social, Soledad Pérez, desmiente "rotundamente" que haya falta de personal y asegura que "tenemos 110 trabajadores para 146 mayores, de los que 86 son asistidos, estamos por encima de la ratio". Además, Soledad Pérez asegura que "desde el verano se cubren todas las bajas", al tiempo que afirma desconocer los problemas que denuncia el taller de empleo: "He pedido informes a la directora, al jefe de médicos y la jefa de enfermeros, porque me preocupa mucho el cuidado de los mayores".

La delegada responde también a las críticas de la sección sindical de CGT en Bienestar Social contra la directora de la residencia, a la que acusan de "prepotencia, abuso de poder y partidismo". Pérez asegura que la directora "tiene toda mi confianza, es una buena profesional y cumple con sus responsabilidades", y señala que "siempre ha habido mal ambiente laboral en la residencia, quizá por problemas personales". Por su parte, CGT afirma que la directora amenaza con castigos y expedientes a los trabajadores y cambia los calendarios laborales y las condiciones de trabajo, sin negociación alguna, según la delegada sindical María José Cantarero.