La falta de recursos que se ha instalado desde que empezó la crisis en las universidades está teniendo efectos nocivos en las aulas «y aumentando la litigiosidad», según alertó ayer la defensora universitaria de la UCO, Carmen Jiménez, como una de las principales conclusiones derivadas del encuentro que durante tres días han mantenido en la ciudad representantes de las universidades públicas andaluzas. Jiménez advirtió de que el desgaste y la sobrecarga del personal docente e investigador están llevando a situaciones de difícil solución y a enfrentamientos, perjudicando a los niveles de calidad, ya que al mismo tiempo, «en un contexto de aumento de las tasas universitarias, los estudiantes son cada vez más exigentes y requieren una atención y unos medios ajustados a sus necesidades».

Carmen Jiménez, que ayer se despidió de sus compañeros ante su inminente abandono del cargo, una vez cumplido el tiempo máximo establecido para ocupar el cargo de defensor universitario, destacó que las defensorías son un observatorio privilegiado para conocer la realidad universitaria y detectar las principales preocupaciones de esta comunidad. En las jornadas, los defensores asistentes han abordado cuestiones de gran actualidad como el acoso, el abandono prematuro de los estudios por falta de medios, la urgencia por propiciar el relevo generacional en las aulas o los problemas derivados de la falta de conciliación familiar y laboral en la sociedad.

El consejero de Economía y Conocimiento, Antonio Ramírez de Arellano, y el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, estuvieron presentes en la clausura del 19ª Encuentro Estatal de Defensores Universitarios. Ramírez de Arellano ensalzó la figura de los defensores, «encargados de velar por que nadie se quede fuera ni sea tratado de forma injusta, resolver cuestiones que minan la convivencia desde el diálogo y la crítica constructiva, y figura que escucha, atiende, informa y media». Sin entrar en propuestas para solucionar los problemas que preocupan a la comunidad, «ya que las universidades tienen absoluta independencia para adoptar las medidas que consideren oportuno», Ramírez de Arellano abogó por consolidar «universidades fuertes, capaces de asumir una posición de liderazgo social, construir el progreso desde el conocimiento y brindar a las personas oportunidades de crecer, con docencia e investigación».

Por su parte, Maeztu destacó la buena sintonía existente entre las defensorías universitarias y el Defensor del Pueblo Andaluz y destacó la necesidad de trabajar más la mediación como elemento de conciliación en temas conflictivos.

El próximo claustro universitario, que tendrá lugar previsiblemente en noviembre, deberá elegir al nuevo defensor universitario. Carmen Jiménez fue la candidata reelegida en el claustro del 2012. El vicerrector de estudiantes, Alfonso Zamorano, agradeció públicamente la labor al frente de la defensoría de la profesora Jiménez, que se despidió citando el lema en el que dijo haberse inspirado en su labor: «Aquí estamos los soñadores, los ingenuos y los que creemos en la fuerza de las palabras».