La segunda sesión del juicio a los dos chinos acusados de extorsionar y amenazar de muerte y violación a otros dos compatriotas residentes en Córdoba, a los que les exigían un total de 10.000 euros para acabar con un acoso que se extendió durante meses, quedó copada ayer por el interrogatorio a los acusados, que insistieron en la versión anticipada por su abogado: el día de la detención se encontraban haciendo turismo y son totalmente ajenos a los hechos criminales que se les imputa.

El interrogatorio de la fiscalía se estructuró en torno a las grabaciones que la policía hizo de las conversaciones telefónicas entre los acusados y las víctimas durante los meses de diciembre, enero y febrero de 2013, previas a la detención. En ellas se registraban las amenazas de violación y muerte que motivaron la investigación judicial.

Sin embargo, entre las grabaciones escuchadas durante la sesión de ayer, la fiscalía solicitó aquellas en las que se habla del proceso de entrega del dinero, sin que algunas de ellas constarán entre las pruebas demandadas sobre las que el jurado podría ser preguntado en el objeto del veredicto.

La defensa, que advirtió de que no se ha realizado aún ningún estudio de reconocimiento fonográfico según afirmó el varón acusado durante el interrogatorio (la acusada rehusó contestar a las preguntas de la fiscalía), se enrrocó en un relato en el que los acusados se encontraban de turismo y acudieron al lugar acordado para la entrega del dinero por casualidad.

Tras llegar en tren a Córdoba el 15 de febrero de 2013, los dos acusados recorrieron la zona de Arroyo del Moro buscando alojamiento, razón por la que entraron en el establecimiento de las víctimas para preguntar. Minutos después fueron detenidos.

La sesión volvió a sufrir retrasos por motivos técnicos que impedían reproducir las conversaciones intervenidas, de tal manera que el testimonio de las víctimas tendrá lugar hoy.