El voluntariado de Cruz Roja comenzará a lo largo de los próximos días a repartir entre las personas sin hogar de la ciudad sacos de dormir y ropa de abrigo que les permita protegerse ante la llegada del frío. Y es que, «si durante todo el año resulta muy duro no tener un techo bajo el que cobijarse, en esta época del año el descenso de las temperaturas hace especialmente difíciles las condiciones de vida de este colectivo», recuerda Beatriz Arce, responsable técnica de la institución humanitaria. Dicho dispositivo, conformado por voluntariado, recorre tres noches a la semana las calles de la capital para ofrecer a la población sin techo comida y bebida reparadora y apoyo humano. Además, este recurso -financiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad-- sirve de enlace para intentar, en la medida de lo posible, integrar al colectivo de personas sin hogar en la red de asistencia normalizada, con objeto de promover de este modo su inclusión en la sociedad. En estos últimos días, Cruz Roja ha atendido en cada una de sus salidas a más de 70 ciudadanos que viven en la calle y en lo que va de año la cifra se acerca ya al medio millar. H