Alrededor de 270 familias cordobesas recibieron el pasado año 2016 el apoyo de Cruz Roja para hacer frente al pago de una o varias facturas de suministros básicos en sus hogares como la luz, el gas o el agua, y este invierno siguen siendo "muchas las personas" (44 por ciento según el último informe al respecto) las atendidas que se enfrentan este invierno a la pobreza energética.

Así lo ha indicado la Cruz Roja en una nota en la que ha detallado que estas familias no pueden satisfacer una cantidad mínima de servicios de energía para cubrir sus necesidades básicas, como mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud.

Para hacer frente a esta situación, la institución humanitaria desarrolla diversos programas de emergencia social que se dirigen a la cobertura de las necesidades básicas y al apoyo a las familias para afrontar las situaciones más graves a las que se ven sometidas.

Entre dichas acciones se encuentra el pago de suministros básicos del hogar, como la luz, el agua o el gas. Así, la entidad --con el apoyo del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad-- ofreció esa ayuda durante el pasado año a un total de 272 familias de la provincia de Córdoba, de las cuales 162 recibieron ayudas para abonar recibos de luz (269 pagos), 17 para facturas de gas (24 pagos) y 93 para facturas de agua (132 pagos).

Además, son muchas las que requerirán también este año de dicho apoyo, puesto que datos como el de la Asociación de Ciencias Ambientales muestra que el 17 por ciento de los hogares españoles (más de siete millones de personas) dedica un gasto desproporcionado de sus ingresos al pago de las facturas de la energía y el nueve por ciento (más de cuatro millones de personas) se declara incapaz de mantener su vivienda a una temperatura adecuada.

Entre las causas del agravamiento de la pobreza energética se encuentran la disminución de ingresos del hogar (relacionado directamente con factores como el desempleo), el encarecimiento de los precios de la energía, la antigüedad del parque de viviendas y la disminución de ayudas y subvenciones.

Con la bajada de las temperaturas se complica aún más esta situación y su impacto en la salud de las personas, ya que el frío y la humedad permanente en un hogar pueden llevar a serios problemas respiratorios como asma o bronquitis, entre otros. Estas condiciones constituyen una de las causas del aumento de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y respiratorias entre personas mayores de 60 años durante los meses de invierno, detalla la Cruz Roja en su nota..