La delegada del Gobierno en Córdoba, Rafi Crespín, hizo entrega ayer de la bandera de Andalucía a quince peñas cordobesas como reconocimiento de un colectivo «integrado en la vida social y cultural de la ciudad y en torno al cual se articula un movimiento ciudadano fuerte, que participa activamente en la vida de Córdoba», según comentó la delegada. Crespín destacó la participación ciudadana y social como «la mejor manera de construir Andalucía», en un acto de entrega desarrollado en la sede de la Federación de Peñas.

«Queríamos que, en esta sede que es la casa de todos los peñistas, hubiera un hueco para la bandera blanca y verde de Andalucía, que representa los valores de una tierra como la nuestra, donde tiene cabida vuestra actividad, vuestra forma de entender la participación en torno a nuestras señas de identidad más reconocibles», señaló la delegada. Así mismo, compartió con los asistentes que con el Día de Andalucía «conmemoramos los orígenes de nuestra autonomía, el inicio de la época de mayor estabilidad, bienestar y avances sociales que ha vivido nunca esta tierra», mostrando el «respeto del Gobierno andaluz» por un colectivo como las peñas, «perfectamente insertado y comprometido con la sociedad cordobesa, defensor de sus costumbres, tradiciones e idiosincrasia».

Crespín animó a todos los jóvenes a que sumen a este movimiento asociativo, ya que «las aportaciones de todos contribuyen a enriquecer la labor que se desarrolla desde el seno de las peñas», que, según la delegada, «han contribuido a defender la cultura de Córdoba sin perder de vista la innovación y la adaptación de los retos de la sociedad». Para Crespín, la entrega de estas banderas simboliza «el espíritu del 28 F», el cual «debe estar presente todos los días del año».

Por último, la delegada pidió a los peñistas que «con humildad y buen hacer», sigan representando a Córdoba y defendiendo así una «sociedad abierta e integradora», donde «todos potenciemos aquello que es nuestro y que nos diferencia del resto», para compartir un ejemplo de «Andalucía una y única», destacando la imagen de una tierra «abierta al mundo», concluyó.