Las pequeñas y las medianas empresas (pymes) siguen teniendo muy complicado el acceso a un crédito para impulsar nuevos proyectos o dar respuesta a sus necesidades de liquidez. Pese a que la crisis económica comienza a dejarse atrás, las entidades financieras aún no están facilitando las condiciones idóneas para que las empresas puedan acceder al dinero. Las estadísticas del Banco de España en Córdoba, pero también sucede en el resto del país, mantienen la tendencia de caída de los créditos concedidos a los otros residentes (OSR), que son las empresas y las familias. El año 2016 se cerró con créditos concedidos por valor de 12.596 millones de euros, lo que supone un 3,2% menos que a finales del 2015 y la cifra más baja desde diciembre del 2004 (12.216 millones). Los créditos concedidos por las entidades bancarias no han dejado de caer desde el inicio de la crisis. En diciembre del 2008 las empresas y las familias debían a los bancos 23.101 millones. Hoy el importe se ha reducido un 45,4% respecto a ese año. Precisamente, empresas y hogares cordobeses aparecen entre los que tienen menos dinero en crédito en Andalucía. Solo en Huelva (7.666) y en Jaén (8.613) hay un importe más reducido, mientras que en Sevilla (38.861) y Málaga (31.679) es donde hay más dinero prestado. La tendencia de reducción se ha seguido también en España y Andalucía.

«HAY PROBLEMAS» / El secretario general de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), Joaquín Gisbert, estima que hay poca variación a la hora de conceder créditos respecto a años anteriores, pese a la mejora de la economía. «La pequeña y mediana empresa sigue teniendo algunos problemas porque los criterios de concesión son más restrictivos. Además, se les plantea unas mayores exigencias en los tipos de interés y en las garantías que se piden», precisa Gisbert. En el caso de las grandes empresas, Gisbert asegura que éstas han optado por otros tipos de financiación. Pese a ello, considera que el número de operaciones denegadas a las pymes ha disminuido. «Las empresas siguen teniendo dificultades por el coste de los créditos, especialmente para las operaciones de consumo o a corto plazo, pues los tipos de interés son bastantes más altos que los que se dan para inversión o adquisición de una vivienda», añade. «La situación financiera de la empresa que quiere refinanciar su deuda no es fácil, por las dificultades que plantean los bancos y es complicado pasar la deuda del corto al medio plazo», puntualiza. Precisamente, es la pequeña empresa la que «tiene menos capacidad de negociación». Por su parte, el presidente de Analistas Económicos y Financieros, Emilio Ontiveros, lo decía esta semana en Córdoba. «El sistema bancario español mantiene una tónica de gran cautela, de aversión al riesgo. El análisis del riesgo está siendo mucho más exigente con las empresas que más lo necesitan, que son las pequeñas y medianas empresas. En el caso de las grandes compañías no sucede lo mismo. La pyme sigue encontrando un grado de exigencia mayor para conseguir un crédito», explicó Ontiveros. Esto está provocando que no se facilite la inversión a la pyme, dijo el economista.

En España, el crédito a empresas y familias ascendía al cierre del 2016 a 1,22 billones de euros, de los que 150.763 correspondían a Andalucía, que es la tercera comunidad más endeudada tras Madrid y Cataluña. En el caso de Córdoba, si se tiene en cuenta también el dinero prestado a las administraciones públicas (524 millones), el total del crédito asciende en la provincia a 13.119 millones.