Investigadores del hospital Reina Sofía y la UCO desarrollan un nuevo sistema de trasplantes de hígado que predice la compatibilidad entre el donante y el receptor y que podría suponer un gran avance para el sistema de trasplantes de hígado en España. El nuevo método, a diferencia del actual, no solo tiene en cuenta las características del paciente sino que, además, toma un conjunto de datos del donante que podrían ayudar a predecir la compatibilidad del órgano.

El modelo, desarrollado por investigadores del hospital Reina Sofía y del departamento de Informática y Análisis Numérico de la Universidad de Córdoba (UCO), se basa en la inteligencia artificial y podría alcanzar una precisión global del 76%. Hasta la fecha, el modelo más aceptado para trasplantes de hígado es el conocido como escala MELD, un sistema de puntuación que mide la severidad de la enfermedad hepática y que, por tanto, solo considera la gravedad de los pacientes que esperan el injerto. El problema de este método, según explica Pedro Antonio Gutiérrez, uno de los autores de la investigación, es que se producen «situaciones injustas», ya que, «al no tener en cuenta las características del donante ni los factores del trasplante, se efectúan injertos que pueden tener una menor probabilidad de éxito», subraya.

El nuevo sistema se compatibiliza con el actual modelo MELD, por lo que, además de tener en cuenta la gravedad de los receptores, incluye otras variables como el índice de masa corporal, el tiempo de refrigeración del órgano, si el injerto es completo o parcial o si el donante o el paciente padecen enfermedades como la diabetes o la hepatitis.

Este nuevo sistema de asignación, realizado con datos suministrados por el hospital londinense King’s College, se basa en lo que en el campo de la informática se conoce como aprendizaje automático, una rama de la inteligencia artificial que consiste en inducir el conocimiento, es decir, hacer que las máquinas aprendan partiendo de información suministrada en forma de ejemplos.

En este caso concreto, se trata de un modelo matemático que, teniendo en cuenta la información proporcionada por el King’s College, predice el éxito de un trasplante a partir de los datos del donante y el receptor.El proceso de implantación de este nuevo modelo, según aclara Gutiérrez, podría «ser lento», ya que el sistema MELD «está ampliamente extendido y sustituirlo no se antoja una tarea fácil», destaca.