Mayo es el mes por excelencia de las comuniones, aunque en abril también tiene lugar un buen número de estas celebraciones. Los preparativos para ese día tan señalado empiezan con bastante antelación y las familias se ven obligadas a hacer cuentas para cuadrar un presupuesto que, en ocasiones, se dispara. Según los datos facilitados por la Unión de Consumidores (UCA-UCE), el gasto de una comunión es de 2.500 euros como mínimo y llega hasta los 7.500 en muchos casos, incluyendo el vestuario del niño, los complementos y el banquete posterior. Así, la media de gasto por celebración se sitúa en 5.000 euros.

«Todo esto ha convertido un acto religioso en un acto social que, en ocasiones, supone un endeudamiento importante para muchas familias andaluzas», indican desde la organización de consumidores. Según la UCA, normalmente lo que se elige con más cuidado es el traje del niño o la niña. Hay una gran variedad de modelos y, por tanto, de precios. De media, el vestido de la niña nos puede costar alrededor de 580 euros; no obstante, «todo depende de la calidad de la tela, el trabajo que lleve, si es de diseñador o no, por lo que podemos encontrar trajes de comunión desde 100 euros a 1.500 euros». Pero, además del vestido, la niña necesitará una serie de complementos como un diadema, flores, lazo, que supondrá un desembolso de entre 16 y 70 euros. Igualmente hay que adquirir los zapatos, muda o calcetines, lo que implica otros 60 euros de media.

En el caso de los niños, la ropa será menos costosa para el bolsillo familiar, ya que si se opta por el traje de almirante se pagará en torno a 230 euros, aunque se pueden encontrar hasta por 345 euros. Lo mismo ocurre con otras opciones, como el traje de marinero (225 euros de media) o traje chaqueta, (unos 245 euros). Como ocurre con las niñas, a ello hay que sumarle el coste de los zapatos, muda y calcetines.

El banquete es la partida más cara. Se suele recurrir a encargarlo en un restaurante y, para unos 65 invitados, que suele ser lo habitual entre amigos y familiares, la invitación a comer saldrá por unos 3.500 euros de media, dependiendo del menú que se elija, que suele oscilar entre 35 y 75 euros.

Otro gasto es el reportaje fotográfico o de vídeo. Es habitual que la propia iglesia donde tiene lugar el acto religioso encargue a un fotógrafo que haga un reportaje a todos los niños que ese día celebran su comunión, y después se dividen los gastos entre todas las familias que se han dado cita en la parroquia en esa jornada. Hay que sumar también, y de manera considerable, el servicio adicional de animación para divertir a los pequeños en ese día, con monitores, castillos hinchables... En definitiva, hay opciones para todos los gustos.