La organización agraria COAG-A ha apuntado esta semana, en el inicio de la recolección del trigo, que la cosecha será menor de lo inicialmente esperado y por debajo de una campaña media, ya que la primavera ha sido corta de lluvias en las campiñas de Córdoba y Sevilla, principales zonas productoras de Andalucía.

Tras un otoño e invierno con precipitaciones acumuladas de unos 500 litros hasta marzo (como en una campaña normal), las lluvias primaverales no han respondido a las expectativas, con poco más de 20 litros en el mes de abril, caídos de manera regular pero en cantidad insuficiente, y además se han alternado con vientos de levante que tienen un efecto secante, según ha detallado en una nota la organización agraria.

Hay que tener en cuenta que la siembra se produjo de forma escalonada, debido a las precipitaciones del mes de noviembre, con diferencias de hasta un mes en una misma explotación. Por ello, los trigos más tardíos (los que se sembraron después) se están viendo especialmente afectados por las altas temperaturas provocadas por la ola de calor que afecta a Andalucía desde mediados de abril.

Por todo ello, esta organización agraria ha confirmado que los rendimientos medios en el trigo duro estarán por debajo de los 3.000 kilogramos por hectárea, ligeramente inferiores a los de la campaña pasada, y en torno a los 3.500 kilogramos por hectárea en los blandos, un rendimiento mucho menor a la media del año pasado en el que se alcanzaron 5.000 kilogramos por hectárea.

No obstante, el responsable de herbáceos de COAG Andalucía, Ramón García, explica que, aunque los rendimientos no van a ser tan elevados como los deseados, el trigo será de una excelente calidad.

García también recuerda que los agricultores siguen soportando unos costes de producción cada vez más elevados, como el coste de la semilla certificada, de los fertilizantes de cobertera y sementera y los tratamientos herbicidas y fungicidas.