Córdoba contará en el año 2020 con un nuevo sistema de recogida de residuos sólidos urbanos que colocará a la ciudad «en la vanguardia» con respecto a otras ciudades. Así lo anunció ayer el presidente de Sadeco, Pedro García, al explicar el cronograma de la puesta en marcha del plan especial de recogida neumática de Residuos Sólidos Urbanos que se creó en el 2005, siendo Andrés Ocaña presidente de la Gerencia de Urbanismo, y que «ha estado parado con el Gobierno del PP».

Así pues, el Ayuntamiento retoma el sistema de recogida neumática de residuos, que estará operativo en el año 2020, cuando comience a funcionar la central de almacenamiento que Sadeco va a construir en Poniente Norte, cerca del canal, con una inversión de 4 millones de euros y que contribuirá a «poner a Córdoba en el siglo XXI, haciendo una ciudad más sostenible y más eficaz con el medio ambiente», dijo el primer teniente de alcalde. El cronograma de ejecución del proyecto, «que es tremendamente realista», comienza en el segundo semestre de este año, cuando se adjudique la redacción del proyecto; en el primer semestre del 2018 está previsto que se adjudique la obra; que se recepcione en el primer semestre del 2019 y en el primer semestre del 2020 se ponga en funcionamiento la central. García, que estuvo acompañado en la presentación del proyecto por los gerentes de Sadeco y de Urbanismo, Javier Quijada y Emilio García, señaló que el Ayuntamiento ha invertido hasta la fecha 20 millones de euros en una compleja red de tuberías que conectan las nuevas viviendas del entorno del Hipercor con un ramal central que, a su vez, desviará las bolsas de basura hasta las nuevas instalaciones centrales que se construirán. Ya hay 15,5 kilómetros de tuberías construidos en las 7.589 viviendas edificadas en las zonas de la Arruzafa, Cortijo del Cura, San Rafael de la Albaida, Turruñuelos y Huerta de Santa Isabel Este. Ahora, dijo García, se intervendrá en Poniente Norte, en zonas de expansión de la ciudad aún por urbanizar.

El gerente de Sadeco, Javier Quijada, aseguró que esta central de residuos «no emite ni un solo ruido ni un solo olor», y si bien ahorra en camiones y combustible, tiene gastos en electricidad. El sistema consiste en que dentro de los edificios se construye una central de residuos donde los ciudadanos depositan la basura. Entonces se activa «un aspirador gigante» y las bolsas viajan por las tuberías hasta la central, llega a unos contenedores gigantes y se compactan los residuos para trasladarlos al vertedero del Lobatón.

la implantación de este novedoso sistema de recogida neumática de basura tuvo un parón con la crisis inmobiliaria, en el 2009, y en el 2013, Urbanismo aprobó un cambio del PGOU para agilizar la central de almacenamiento que, en un principio, pensaba instalarse en una parcela del 03, de 1.894 metros. A pesar del desembolso económico hecho por las juntas de compensación de los barrios nuevos para ejecutar este sistema de tuberías y que ha repercutido en los bolsillos de los compradores de viviendas, el sistema de recogida neumática aún no ha funcionado y ahora se espera que empiece en Poniente.