Un incendio forestal en Belalcázar, que afectó a 43 hectáreas, provocó este año un fuerte aumento de la superficie quemada en Córdoba, aunque el daño ambiental fue reducido al tratarse fundamentalmente de retama que ya se ha regenerado. Durante esta campaña del Infoca, ardieron en la provincia 118,74 hectáreas forestales, de las que 107,1 fueron de matorral y solo 11,6 de arbolado. Esta superficie es la segunda más reducida de Andalucía (solo en Almería se quemaron menos hectáreas). La delegada del Gobierno de la Junta, Rafi Crespín, aseguró ayer que la satisfacción es «relativa», ya que sigue ardiendo superficie forestal. No obstante, resaltó la concienciación ciudadana y el trabajo de los efectivos del Plan Infoca. Precisamente, Crespín destacó la rápida intervención de los efectivos del programa de la Junta de Andalucía para conseguir que solo 15 de los 80 siniestros fueron incendios (más de una hectárea), mientras que 55 se quedaron en conatos. Las 118,7 hectáreas representan el 3,45% de la superficie afectada durante este año en Andalucía. El delegado provincial de Medio Ambiente, Francisco Algar, precisó que detrás de la mayor parte de los incendios y conatos se encuentra la mano del hombre. Así, 12 fueron intencionados, 15 se debieron a negligencias, hubo uno por causas naturales y 12 accidentales. Algar indicó que 18 tienen un origen desconocido y 22 están aún pendientes de resolver.

El plan Infoca ha contado con una inversión de 17,6 millones en Córdoba y ha movilizado a 470 profesionales. H