El anuncio del Ayuntamiento de Córdoba de abrir un nuevo tanatorio en el cementerio de San Rafael no ha sentado igual de bien a todas las empresas que operan en el sector. El proyecto municipal, que pretende abrir siete nuevas salas en este cementerio supondría ampliar, en pleno centro de la ciudad, la oferta de un servicio de velatorio al que recurren en torno a 3.700 familias cordobesas cada año. La incineración quedaría reservada a los dos hornos crematorios que existen en la ciudad ya que, por ley, deben ubicarse fuera del casco urbano. Según el gerente de Cecosam, José Antonio Romero, esta iniciativa responde a una antigua petición del sector, en el que operan, además de Tanatorios de Córdoba, que aglutina al tanatorio del Granadal y el de Las Quemadas, ocho funerarias pequeñas que dan trabajo en torno a medio centenar de personas. En Tanatorios de Córdoba trabajan 76 personas «a los que hay que sumar un centenar de puestos indirectos», señalan en la empresa.

En este momento, el cementerio de San Rafael, reabierto a los enterramientos desde el año pasado y con una oferta creciente de espacios para la inhumación de cenizas, es el más solicitado por los cordobeses. Del mismo modo, el tanatorio del Granadal, que gestiona Tanatorios de Córdoba, es el más demandado, por su cercanía, frente al de Alcolea o Las Quemadas. Cecosam pretende con este nuevo tanatorio ofrecer más cercanía a los ciudadanos en el cementerio de San Rafael, lo que además aumentará las opciones de las pequeñas funerarias, que actualmente solo pueden operar en las cinco salas de Alcolea. «Tanatorios de Córdoba prohíbe el acceso a sus dos tanatorios, por lo que hay muchos servicios que tenemos que rechazar, incluso de familiares nuestros, porque en Alcolea no hay salas disponibles o porque la gente quiere cercanía y nosotros no podemos entrar en El Granadal», coinciden empresas como Arcángel o Servisa. Según las funerarias consultadas, el 80% de los ciudadanos dispone de un seguro de decesos, pero es libre de elegir tanatorio, si bien, lo que demandan es cercanía. Por eso creen que contar con un tanatorio junto a la avenida de Barcelona «beneficiaría a todos los ciudadanos».

Muchas salas, pocas salas

Tanatorios de Córdoba, por su parte, considera que hay «excesiva oferta para la demanda existente», ya que «la media de familias que hacen uso de sala de velatorio en la capital no llega a 9 diarias, para las 27 salas con que ya existen en la capital». De esas 27 salas, 22 se encuentra en Las Quemadas y El Granadal, que son propiedad y de uso exclusivo para los servicios de esta empresa, y las otras cinco están en el cementerio de la Fuensanta, en Alcolea. A estas cinco pueden acceder todas las funerarias, incluidas Tanatorios de Córdoba, que asegura haber recibido «con sorpresa» la noticia de que el Ayuntamiento construirá un nuevo tanatorio, ya que «supone una fortísima inversión por parte de Cecosam que es una empresa municipal que subsiste gracias a una financiación pública, ya que año tras año tiene grandes pérdidas de explotación». Cabe recordar que el proyecto de construcción del tanatorio está en fase de elaboración, a cargo del arquitecto Rafael Castelló, y que el coste de esta infraestructura será de 1,8 millones de euros. Tanatorios de Córdoba asegura que «con esta inversión no se va a crear empleo, ya que en la empresa privada se perderán puestos de trabajo consolidados». Asimismo, critican que Cecosam, «al recibir transferencias del Ayuntamiento se posiciona en una situación de privilegio». Según la gerente de la empresa, «el mercado funerario no es ampliable», pese a que Córdoba tiene una de las poblaciones más envejecidas de España, y señala que «lo más grave es que se quiere construir incumpliendo el PGOU de la ciudad, que regula de forma expresa la prohibición de construir edificios tanatorios en suelo urbano». Señala además que «el incumplimiento se agudiza cuando Cecosam pretende edificar en un terreno de titularidad municipal como el cementerio de San Rafael».

El gerente de Cecosam niega tal extremo. «No solo está previsto en el PGOU, puesto que se hará en el cementerio de San Rafael que está calificado como área de servicios funerarios, sino que la ley de Policía Mortuoria, que es la norma por la que nos regimos, señala que todos los cementerios deberían contar con salas de velatorio. Otra cosa es el crematorio, que sí se prohíbe en suelo urbano y que no se incluye en el proyecto». Romero recuerda, además, que todas las funerarias, incluida Tanatorios de Córdoba, tienen acceso a todas las salas que son de propiedad municipal en las mismas condiciones.

Otro elemento que ha salido a la palestra a cuenta del tanatorio es la adjudicación de la gestión del mortuorio del hospital Reina Sofía, de titularidad pública, a Tanatorios de Córdoba un asunto que, según las funerarias, «se ha denunciado ante el Tribunal de la Competencia» al considerar que la empresa compite deslealmente con el resto al aprovechar esta circunstancia para atraer clientes a sus servicios. Según el director de Servicios Generales del Reina Sofía, José Luis Gómez, que asegura no tener constancia de tal denuncia, «se trata de un contrato administrativo que se hizo en el 2012 (antes lo asumía personal del centro) por un periodo de 4 años y que se renovó en 2017 por otros dos años prorrogables otros dos en ambos casos por licitación pública con procedimiento abierto».

El mortuorio

Según el expediente de licitación, la empresa paga al hospital un canon anual de 2.000 euros por hacerse cargo del servicio 24 horas al día todos los días del año, un servicio que incluye la retirada del fallecido y traslado hasta el mortuorio, el depósito en cámara frigorífica y atención a los familiares en adecuadas condiciones de confort. Los familiares no abonan nada y, según Gómez, el servicio ha mejorado sustancialmente «porque antes se ofrecía en dependencias obsoletas y era origen de frecuentes reclamaciones».

Funerarias como Ruiz Coronas, Servisa o Arcángel acusan a Tanatorios de Córdoba de ejercer «monopolio» en la ciudad y señalan que sus restricciones hacen que haya compañías de seguros como Ocaso o Santa Lucía que, pese a tener contrato con una funeraria, tienen que rechazar el servicio si no hay salas en Alcolea o quieren ir al Granadal. Por su parte, Tanatorios de Córdoba señala que «en Córdoba capital operan 6 funerarias y 44 que acceden desde la provincia» y que «cada una compite con los medios que ha decidido invertir».

El negocio funerario en Córdoba mueve más de 10 millones de euros anuales solo en la capital, teniendo en cuenta que el capital medio de las compañías para estos servicios es de 3.000 euros. La factura de quienes no tienen seguro, el 20% de los casos, suele ser aún más alta.

Mientras Córdoba dispone de tres tanatorios, dos privados (22 salas) y uno público (5 salas), ciudades como Granada cuentan con un solo tanatorio, público y con diez salas; Málaga tiene también solo uno, público y con 24 salas. Sevilla tiene tres con unas 40 salas en total, todos ellos privados.