La crisis económica está provocando un repunte de la economía sumergida y de los casos de infracciones en algunos sectores. Es lo que está sucediendo en la agricultura, que entre 2007 y 2010 ha visto cómo la actividad fraudulenta crecía un 28% en Andalucía. Una de las principales irregularidades detectadas se produce con el alta de trabajadores a la Seguridad Social y la posibilidad que tienen los empresarios de inscribir al jornalero al día siguiente de iniciar la actividad cuando se produzca después de las 12.00 horas. Un informe de la Inspección de Trabajo sitúa a Córdoba como la provincia en la que se hicieron más inspecciones vinculadas con la economía irregular en el sector agrícola. De las 2.612 que se contabilizaron en la comunidad el pasado año, en Córdoba se iniciaron 568, superando las 533 de Jaén y las 453 de Huelva. La actuación inspectora permitió que aflorasen 89 altas en la Seguridad Social, que hasta entonces se encontraban en situación irregular, y permitió la inscripción de 61 hombres y 28 mujeres.

Pese a que el número de expedientes de Córdoba fue el más alto, la provincia con más fraude fue Cádiz. La Inspección de Trabajo consiguió que se reconocieran 181 contratos, seguidos de los 177 de Almería y los 144 de Jaén. Los 2.612 expedientes incoados en Andalucía permitieron que se diera de alta a 725 trabajadores que estaban en situación irregular, de los que 468 eran hombres y 257, mujeres.

Trabajo ha venido constatando la existencia de empresas que no solicitan el alta previa de los trabajadores en el Reass y que lo hacen una vez que han recibido la visita de la inspección, por lo que reconoce que no puede realizar un control idóneo de la economía sumergida.