La temperatura máxima en Córdoba capital ha sido este sábado de 41 grados, casi seis menos que el histórico jueves pasado, cuando se alcanzó un nuevo récord en el observatorio del Aeropuerto, con 46,9. Así, y tras una calurosa noche en la que la mínima fue de 21,9 grados, la jornada del sábado ha dado lo que podría considerarse un ligero respiro en medio de una ola de calor que suma ya en Córdoba cinco días por encima de los 40.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha mantenido este sábado activada, entre las 12.00 y las 20.00 horas, el aviso naranja por temperaturas de hasta 42 grados en la campiña cordobesa, la Cuenca del Genil (Granada) y las comarcas jienenses de Morena y Condado y Valle del Guadalquivir, según informa el servicio de emergencias 112 Andalucía.

El servicio de emergencias andaluz ofrece a la ciudadanía una serie de consejos y recomendaciones para intentar evitar situaciones de riesgo asociadas a las altas temperaturas. Es importante, en estos días de calor, intentar no salir a la calle en las horas centrales del día y no realizar actividades físicas o esfuerzos a los que no estemos acostumbrados.

Si salimos a la calle, es recomendable proteger la cabeza con una gorra, un sombrero o una sombrilla y no olvidar las gafas de sol, la crema solar y una botella de agua. Siempre que nos sea posible, llevaremos ropa holgada, de tejidos finos y colores claros.

La hidratación es importante durante todo el año, pero más cuando las temperaturas suben. En estos días, hay que beber abundante agua y evitar las bebidas alcohólicas, que lejos de hidratarnos van a conseguir el efecto contrario. A la población más vulnerable: los niños, los ancianos y los enfermos crónicos, hay que ofrecerles agua de forma reiterada, ya que no suelen presentar sensación de sed. En ningún caso dejar a nadie, tampoco a las mascotas, en el interior de un vehículo cerrado.

Desde Emergencias 112 Andalucía se aconseja ventilar la casa a primera o a última hora del día y mantener cerradas las ventanas y persianas que estén expuestas al sol; siempre que sea posible usar el aire acondicionado o el ventilador y, en caso de no disponer, permanecer en la estancia más fresca de la vivienda.

La alimentación más recomendable en jornadas de calor es la basada en comidas frescas y ligeras, como frutas, verduras y legumbres y evitar las comidas copiosas y calientes que harán las digestiones más pesadas. Es muy importante respetar la cadena de frío y no consumir comida que haya estado expuesta al sol durante largo tiempo. Para los más pequeños de la casa, se deben preparar los biberones en el momento en el que vayan a ser consumidos.