El coordinador de trasplantes del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba Juan Carlos Robles Arista destaca que el principal objetivo de su trabajo pasa por "convertir el temor --de quienes se encuentran en lista de espera-- en esperanza", para lo cual, según agrega, "respetando siempre el dolor que vive la familia del posible donante, en la petición de órganos intentamos transmitir la ilusión y las ganas de vivir de quienes aguardan un nuevo órgano".

Así lo ha manifestado el intensivista del complejo sanitario cordobés en el marco de una entrevista concedida a Europa Press, con motivo de la celebración del 35 aniversario de la realización del primer trasplante en el complejo sanitario, y en la que analiza sus 17 años al frente de la Coordinación de Trasplantes del Hospital Reina Sofía. A este cargo llegó tras una etapa de formación en la unidad de trasplantes del Hospital de Pittsburg, en Estados Unidos.

El doctor Robles pasa la mayor parte de su jornada laboral en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital cordobés, donde se detectan las donaciones y se atienden a pacientes que se encuentran en una situación de extrema gravedad, entre ellas personas en lista de espera para recibir algún órgano. Por ello, su función principal es el trabajo diario con el paciente grave, así como la detección de los posibles donantes y la solicitud de los órganos a la familia.

Para este facultativo, "ser coordinador de trasplantes es un privilegio, te enseña a conocer a las personas a fondo y tratar situaciones muy complicadas. Me siento privilegiado, a pesar de que se viven situaciones muy duras", según ha explicado. "Dar y recibir forma parte del ser humano, y aquí está una de las claves de la donación", asegura el doctor Robles, que pone en valor el trabajo que se realiza en este sentido desde la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).

Al respecto, España está a la cabeza mundial en donaciones de órganos y tejidos, Andalucía ocupa un lugar privilegiado en esta materia y Córdoba despunta como una de las provincias más generosas. Concretamente, en 2013, la tasa de donantes por millón de población en Córdoba se situó en 52,3 donantes por millón de población, por encima de la andaluza (35,2) y la nacional (35,1).

Juan Carlos Robles, que comparte su labor como coordinador con el también intensivista José María Dueñas y los enfermeros José Luis Medina y Bibián Ortega, tiene claro que "la donación es un acto que enorgullece al ser humano: dar cuando ya no lo necesitamos. No entiendo porqué hay personas que no quieren ser donantes. Como coordinador y como profesional no encuentro explicación a esa decisión, aunque lógicamente hay que respetarla". El reto que siempre plantea este facultativo es que ningún órgano muera sin haber dado vida a otra persona, una tarea difícil que habitualmente realiza de forma magistral.

El Hospital Universitario Reina Sofía es uno de los pocos centros del país acreditados para la realización de todo tipo de trasplantes de órganos y tejidos en niños y adultos. "Tras su inauguración, al hospital empezaron a llegar profesionales de reconocido prestigio que hicieron posible que el centro naciera sobre unos cimientos inquebrantables", ha resaltado.

Así, detalla que "se llevaron a cabo los primeros trasplantes, que en muchos de ellos fuimos pioneros en Andalucía", a lo que añade que "se hicieron técnicas y procedimientos que no se hacían en ningún otro hospital andaluz".

MÁS DE 6.200 TRASPLANTES Y UNAS 800 DONACIONES

El mapa de la donación y los trasplantes de este complejo sanitario se pinta hoy con 6.239 trasplantes de órganos y tejidos y 779 donaciones multiorgánicas registradas --de febrero de 1979 a 26 de agosto de 2014--. Para el doctor Robles, "el futuro es esperanzador. Si los cimientos son buenos, los pisos deben ir subiendo poco a poco".

En este sentido, comenta que "los profesionales que ya no están nos transmitieron su ilusión y es obligación nuestra mantener viva esta esperanza y que sigamos trabajando con fe para que las personas puedan recibir el tratamiento que necesitan para seguir viviendo, que en muchos casos pasa por un trasplante".

Cada proceso de donación y trasplante, continúa el doctor Robles, exige la implicación del conjunto del hospital y de la generosidad de toda la sociedad, pues sin el sí de la familia no se podrían llevar a cabo los trasplantes. Por ejemplo, informa de que a las especialidades médicas y quirúrgicas que directamente se implican en cada trasplante hay que sumar los laboratorios --para pruebas complementarias--, microbiología --para cultivos y detección de posibles infecciones--, radiología, medicina nuclear, neurofisiología, neurocirugía o neurología.

De este modo, valora que "todos los servicios están implicados y de ahí su grandeza". Además, agrega, "gracias al trabajo de las asociaciones de trasplantados, de la fuerzas de seguridad, de los medios de comunicación y de la ciudadanía en su conjunto se puede regalara vida aportando cada uno su granito de arena a favor de la donación".