Lo que pasó el año pasado no ocurrirá en 2017». El Ayuntamiento de Córdoba tiene sobre su tejado la patata caliente de evitar el caos organizativo que rodeó el año pasado la fiesta de los patios y cumplir la promesa dada por la alcaldesa de Córdoba de revisar el modelo para que haya «un proyecto autónomo, fuerte e independiente» y evitar, entre otras cosas, los problemas que se dieron a la hora de contratar a los controladores de los patios. La concejala de Promoción de la Ciudad, Carmen González, evitó ayer dar detalles sobre cómo será ese nuevo modelo asegurando que la semana próxima se reunirá con los propietarios de los patios para plantearles algunas propuestas. «Vamos a mantener una charla tranquila para ver cómo podemos sumar y ver los impedimentos que hay con el fin de cuidar la fiesta porque se nos puede ir de las manos», dijo González, que aseguró que «lo que se vivió el año pasado con la contratación de controladores no va a pasar este año», sin dar respuesta a la fórmula que se empleará para organizar accesos, distribuir paradas de autocares, agilizar las visitas en los fines de semana, cuando se concentran en ciertas zonas miles de personas, o contratar a los controladores cumpliendo plazos y trámites administrativos. A la espera de esa primera «charla» de toma de contacto con los cuidadores, que llegará a cinco meses del inicio de la fiesta, la cita invernal de Córdoba con sus patios dará comienzo el próximo 17 de diciembre y hasta el día 30, estando previsto que unos treinta recintos abran sus puertas. A diferencia del año pasado, habrá el mismo número de patios pero menos que abran todos los días. Como es habitual, habrá pasacalles navideños, coros que cantarán en distintos puntos y familias dispuestas a recibir a las visitas agasajándoles con productos típicos y con historias propias de este entorno en fiestas.