El gobierno municipal va a iniciar el procedimiento para renombrar las 15 calles que, en aplicación de la ley de memoria democrática de Andalucía, fueron propuestas por la comisión de la Memoria Histórica para cambiar su nomenclatura. La idea es que el proceso sea «lo más participativo posible», incluso «más de lo habitual» por lo extraordinario de los acontecimientos, y que se haga a través de los consejos de distrito, que dinamizarán y recogerán las propuestas ciudadanas para dar nombre a las calles. Después será el Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC) el que elija tres alternativas por calle, mientras que será el consejo rector de la Gerencia de Urbanismo el que por votación elija sola una propuesta, que finalmente deberá ratificar el pleno. La intención del gobierno local es tener culminado el proceso en el mes de noviembre y que el pleno se celebre en octubre. «No hay ideas a priori, no queremos influir en el proceso», afirmó ayer Alba Doblas, teniente de alcalde de Participación Ciudadana.

El equipo de gobierno ha optado por hacer lo que la comisión de Memoria Histórica proponía, si bien se ha rechazado la celebración de una consulta popular por su coste económico y porque los tiempos alargarían demasiado el procedimiento, explica Doblas. La idea, eso sí, será impulsar «un proceso participativo cuyo punto de partida será la formación».

La teniente de alcalde de Hacienda y Participación ha presentado esta propuesta para el renombramiento de calles, que incluye algunas variantes respecto al procedimiento habitual (que se hace solo en Urbanismo), al presidente del Consejo del Movimiento Ciudadano, Juan Andrés de Gracia. Es previsible que el proceso se enriquezca, pero, en cualquier caso, el punto de partida será la celebración de una jornada de participación, organizada por la Escuela de Participación Ciudadana y que se iniciará el 9 de junio. En esta jornada se abordará la configuración del callejero de la ciudad; la evolución histórica de las calles afectadas; el procedimiento que se va a seguir para nombrar una calle, y las alternativas utilizadas en otras ciudades para renombrar calles.

UN MES DE PROPUESTAS // A continuación se abrirá un plazo de un mes para que los ciudadanos y colectivos que así lo deseen realicen sus propuestas, que se sumarán a las que se hayan presentado y están ya en manos de la Gerencia Municipal de Urbanismo. «Se trata de abrir un proceso abierto a todo el mundo, pero sobre todo a personas relevantes de cada consejo de distrito y a asociaciones de vecinos que, como la de Cañero, han tenido un papel protagonista», comenta Doblas. Hay que recordar que esta asociación celebró un referéndum para ofrecer alternativas a algunas de las calles afectadas de su distrito. «Es lógico que estas propuestas sean muy tenidas en cuenta», apunta la concejala.

Una vez transcurrido ese plazo de un mes, que puede ser flexible si se necesitase más tiempo, cada consejo de distrito recogerá todas las propuestas y el CMC seleccionará tres alternativas. Esos tres nombres se elevarán al consejo rector de Urbanismo, que tendrá la última palabra. La decisión deberá ser ratificada en última instancia por el pleno.

SIN UNANIMIDAD // El pleno de Córdoba aprobó el dictamen de la comisión el pasado 13 de febrero, con los votos a favor de PSOE, IU y Ganemos, la abstención de Ciudadanos y UCOR, y un voto particular del PP, que optó por mantener la postura que tuvo en el seno de esa mesa de trabajo (apoyar la exhumación, la eliminación de símbolos y el cambio de diez calles, pero oponerse a la eliminación del nombre de cinco vías para lo que recogió más de 8.000 firmas). De hecho, esta formación anunció en febrero que no participaría en el proceso para renombrar calles y que si conquistase la Alcaldía en las próximas elecciones revertiría incluso el nombre de Cruz Conde, Vallellano, Cañero, Cronista Rey Díaz y Pemán.