La alcaldesa, Isabel Ambrosio, reconoció ayer que el conflicto de las horas extras, que la plantilla de Aucorsa se niega a echar en reivindicación de mejoras laborales, está reduciendo un tercio el servicio especial de Feria respecto al de años anteriores. Así, la regidora explicó que en 2016 las dos terceras partes del servicio de transporte público «se hacían con cargo a la jornada laboral y el 33% restante con cargo a las horas extras», por lo que, reconoció, el servicio se ha visto mermado. En porcentaje de viajeros, cifró en un 6% la caída media entre las líneas normales y las especiales, si bien éstas últimas en solitario han perdido este año un 14% de pasajeros.

La merma del servicio de autobuses municipales quedó ayer especialmente patente, ya que el miércoles es uno de los días de mayor afluencia de público al Arenal. Así se pudieron ver colas en la mayoría de paradas y coches que pasaban por ellas sin parar por estar completos, con el consiguiente enfado de los usuarios que veían impotentes que llegar a la Feria se convertía en una odisea. Tampoco ayudaban los taxis, que desbordados eran incapaces de cubrir toda la demanda.

El comité de empresa de Aucorsa reiteró que el problema de la escasa frecuencia de autobuses no es solo de su protesta, sino de que sigue habiendo más de una decena de autobuses en las cocheras por tener averiado el aire acondicionado. Aunque «la alcaldesa le ha echado la culpa de esta situación a los mecánicos que también están de huelga, los verdaderos responsables son los políticos por no haber hecho una buena puesta a punto de la flota». El presidente del comité de empresa, Custodio Sánchez, afirma que les están «echando la culpa de todo, mientras que ellos no asumen la responsabilidad de nada». A pesar de esta situación de conflicto laboral manifiesto, la alcaldesa reiteró el respeto del equipo de gobierno hacia la protesta de la plantilla, aunque postergó sentarse a negociar con los trabajadores a la semana próxima. «Ahora hay que centrarse en dar un buen servicio en la Feria», dijo Ambrosio.

El gerente de la empresa, Juan Luis Cebrián, por su parte, confirmó a este periódico las dificultades que está habiendo para atender toda la demanda, aunque, aseguró, que pese a ese 33% menos de servicio el número de viajeros «solo se ha reducido una media del 6%». También reconoció el problema que las altísimas temperaturas que se están sufriendo complican el servicio a los autobuses más antiguos de la flota y el funcionamiento de sus aires acondicionados. En cualquier caso, el gerente explicó que no se produjeron ayer incidencias significativas a pesar de todas las dificultades descritas.

CRÍTICAS DEL PP// El viceportavoz del PP, Salvador Fuentes, responsabiliza a la alcaldesa del colapso del servicio «por falta de previsión y responsabilidad». Además los populares consideran «inaceptable» que el equipo que dirige Ambrosio «haya sido incapaz de adoptar las decisiones necesarias para que la empresa pública de autobuses estuviera en estos días prestando el mismo servicio de años anteriores, en lugar de estar un tercio por debajo de su capacidad como ha reconocido hoy la propia alcaldesa».