Responsables del parque tecnológico Rabanales 21 se reunieron ayer con la UTE Jícar-Gea 21 para negociar el pago de la deuda que tiene contraída con ésta por la construcción del edificio de la incubadora de empresas, una obra finalizada y en disposición de ser entregada desde el mes de mayo.

Según fuentes de la UTE, Rabanales 21 adeuda casi 3,2 millones de euros, de los cuales ya se han vencido 1,6 millones desde enero a mayo y otros 900.000 cumplen a finales de esta semana, lo que suma un total de 2,6 millones. El resto de la deuda (unos 600.000 euros) deberá saldarse como fecha tope, según lo estipulado en el contrato, en noviembre de este año.

Tras la reunión celebrada ayer, el parque tecnológico realizó un ingreso de 400.000 euros, una cantidad que la UTE considera insuficiente para que la empresa pueda ponerse al día con las subcontratas, por lo que está estudiando recurrir a los tribunales y solicitar el concurso de acreedores. Y es que según Jícar--Gea, ha sido la constructora la que hasta ahora ha estado adelantando el dinero, recurriendo a préstamos, para cumplir con los pagos generados por la construcción del edificio, a la espera de que se produzca el pago.

Por su parte, el director general del tecnoparque, Juan Ramón Cuadros, informó ayer de que la intención de Rabanales 21, que cuenta entre sus socios mayoritarios con la Junta, la UCO, Cajasol y Cajasur, es reunir lo antes posible el dinero para cumplir con la UTE, si bien señaló que "se trata de un problema que no esperábamos, ya que contábamos con una subvención de la Consejería de Economía que no ha llegado y que estamos a la espera de cobrar". Cuadros quiso dar así un mensaje "de tranquilidad" a la UTE y a las empresas subcontratadas por ésta, afectadas de igual modo por los impagos, y que ayer iniciaron un encierro en el parque tecnológico como señal de protesta.

ENCIERRO El portavoz de las más de 50 empresas subcontratadas explicó ayer que la situación ha llegado a un punto en que resulta del todo insostenible "ya que nos han venido devueltos todos los pagarés que vencían el 25 de junio, por valor total de casi un millón de euros, tanto a nosotros como a nuestros proveedores, por lo que las deudas se nos acumulan y nuestras empresas corren el riesgo de cerrar, lo que además pone en peligro muchos empleos". La desesperación de los trabajadores, que ayer se reunieron con responsables de Rabanales 21 para exponerles la gravedad de la situación, es tal que, además del encierro indefinido, varios anunciaron su intención de iniciar una huelga de hambre.

Por su parte, la Consejería de Economía, consultada sobre los retrasos en el pago de la subvención destinada a cubrir los gastos de la obra en cuestión y que, según Rabanales 21, está originando el problema, rehusó a dar su versión de los hechos.