La Mesa del Regadío de Córdoba (integrada por todas las organizaciones agrarias de la provincia, las cooperativas y la Junta Andalucía) celebró ayer una jornada informativa para analizar la realidad de esta actividad en la provincia y ver las perspectivas de futuro. En el encuentro, organizado en colaboración con Caixabank, se puso de manifiesto la demanda generalizada del campo cordobés de más regadío para la provincia, porque consideran que no es lógico que Córdoba, siendo la provincia andaluza que más agua almacena, tenga solo el 14% de su superficie agraria puesta en riego, frente a provincias como Jaén o Sevilla, que con menos recursos almacenados tienen el regadío mucho más implantado, en torno al 35%.

Sin embargo, desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Víctor Juan Cifuentes, jefe de Planificación, indicó que la provincia de Córdoba se lleva aproximadamente una cuarta parte de la dotación de la cuenca y la «verdad es que las posibilidades de nuevas concesiones no son muy grandes» añadiendo que las que se hagan «deben ser en base al ahorro, utilizando aguas regeneradas y con algunas ampliaciones que todavía son posibles». Pero insistió Cifuentes en apuntar que lo que no se puede es hacer concesiones sin tener garantías porque eso sería «un engaño para todos». Es decir, si no se tiene la seguridad de que se va a tener el agua necesaria para atender el compromiso pactado, es mejor no hacerlo. Así, dijo «todas las concesiones que se tengan que dar hay que hacerlas con cuidado de no dañar a la garantía, porque el Guadalquivir no es todo lo fuerte que quisiéramos». De todas formas, el portavoz de la CHG señaló que sí hay cierto margen para dar paso a nuevos cultivos y dejar de lado algunos un poco antiguos, como el algodón, que ha dejado de ser rentable, porque da poco dinero y necesita mucha agua, y apostar por otros como el almendro, el pistacho o incluso el olivar, que «sí dejan cierto margen para la ampliación». En cuanto a las previsiones, dijo que la CHG está concediendo todas la demandas «que se hacen en base al ahorro y que la zona del Guadajoz sigue su tramitación, dando respuesta a situaciones históricas, que no tenían garantías jurídicas».

Desde la Junta, el delegado de Agricultura, Francisco Zurera indicó que «el regadío es riqueza y ampliar el abanico de posibilidades de producción conlleva el uso de mano de obra intensiva, formenta la innovación y facilita la incorporación de jóvenes agricultores». Por eso, «no podemos renunciar al regadío, hay que mantener lo que tenemos y ampliarlo en la medida de lo posible».

Todas las organizaciones agrarias coincidieron en apuntar la necesidad de ampliar los riegos, pero respetando los conceptos de ahorro y de modernización de las infraestructuras, para que sean regadíos eficientes, en cultivos como el olivar que puesto en riego llega a multiplicar por dos su producción en algunos casos. Asimismo, reclaman los agricultores que se permitan otras iniciativas de almacenamiento de carácter privado, como balsas o el aprovechamiento de escorrentías y mejorar las redes actuales, así como aprovechar recursos de las depuradoras y mejorar, asimismo, la calidad del agua.