La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, presentó ayer junto a la delegada de Promoción de la Ciudad, Carmen González, y los miembros de la comisión de feria las conclusiones de un dictamen que el equipo de gobierno parece haber hecho suyo y que constituirá a partir de ahora la hoja de ruta con la que definir el modelo de Feria de Nuestra Señora de la Salud del futuro. Dicha comisión, integrada por todos los colectivos presentes en el recinto ferial (cofradías, asociaciones, vecinos, peñas, caballos...) y por las empresas y delegaciones implicadas en su puesta en marcha, planteó una serie de importantes reformas que deberán abordarse en los próximos años y que, según Ambrosio, se intentará que asuman como propias todos los grupos municipales.

La primera de las propuestas tiene que ver con una demanda histórica de los caseteros, la permanencia de las instalaciones de las casetas «para conseguir reducir los costes anuales, facilitar el montaje y permitir que la inversión pueda dedicarse a una mejora de su calidad. Según el documento de la comisión, presentado por su presidente, Juan Pablo Serrano; y el secretario, Juan Andrés de Gracia, «todas las propuestas han sido incluidas con el consenso de todas las partes». Esta medida implicará para empezar cambios en el Plan Especial de El Arenal, cuya reforma será la primera actuación que desarrolle el Ayuntamiento, según informó la alcaldesa.

El documento señala que el recinto debe mantener su forma radial y reivindica más presencia del caballo, para lo que reclama un nuevo pavimento que sustituya al albero en gran parte del recinto, así como acerado «de taquete» para las calles del recinto. También plantea una larga batería de medidas con las que adecuar a las actuales necesidades la red de infraestructuras, la movilidad y los servicios que ofrece.

La comisión llama a las instituciones y partidos políticos a dar ejemplo con sus casetas en la calle Guadalquivir y plantea la prohibición de la reventa total de las casetas, una práctica habitual en los últimos años y que consiste en que el colectivo a la que se le concede no asume ninguna responsabilidad sobre su organización y funcionamiento, «convirtiéndose en mero negocio». En este nuevo modelo cabría el cobro de tasas directas a las casetas por la cesión. Señalar que, según Ambrosio, en la próxima edición de feria, salvo mejoras puntuales de las infraestructuras, aún no se apreciarán los cambios planteados por la comisión.