Más de veinte negocios de restauración y hostelería del entorno de la Mezquita, así como la Asociación de Vecinos de la Axerquía, se reunieron ayer en Hostecor para canalizar sus quejas por la organización de la Magna Mariana celebrada en Córdoba el pasado sábado. Según informó Antonio Alvarez, gerente de Hostecor, que actuó a modo de portavoz tras la reunión, los establecimientos denunciaron descoordinación entre las fuerzas de seguridad del Estado y la seguridad privada contratada para la ocasión, que derivó en cortes de calles a horas no previstas que la Policía Local rectificó y en que se impidiera el paso a trabajadores, vecinos y clientes de los negocios de la zona "a los que se llegó a pedir la escritura de propiedad para demostrar que tenían que pasar", explicaron.

Los comerciantes indican que ante la previsión de público anunciada, se abastecieron más que un sábado normal, "pero vendieron menos que un lunes por la tarde", ya que "las limitaciones de acceso a viandantes fue tal que se creó una bolsa de personas, un gueto atrapado en una serie de calles sin flujo de visitantes y turistas". Esta situación, critican, "convirtió además a los bares y restaurantes de la zona en urinarios públicos para las personas que estaban dentro de esa bolsa".

Las restricciones, según los negocios afectados, englobaron un espacio que iba "más allá del lugar donde tenían lugar las procesiones, "desde la calle Lucano a Torrijos, incluida la calle San Fernando, Ronda de Isasa, Cardenal González, Compás de San Francisco y El Portillo". En la calle San Fernando, según explicaron, "las vallas iban de un extremo al otro, sin pasos intermedios". Entre las propuestas planteadas en la reunión de ayer, figura solicitar, de cara a futuras ediciones de eventos de esta magnitud, que la junta de seguridad local se reúna con las asociaciones de hosteleros, comerciantes y vecinos de la zona para informar de la situación, ya que también se quejan de que no fueron informados adecuadamente sobre cómo se iban a desarrollar los acontecimientos. Entre los establecimientos que han mostrado su malestar por la organización de la Magna Mariana hay negocios de distintos puntos del casco histórico como la farmacia de la calle Lucano, de Demetrio Cabrera, donde "la policía llegó a acompañar a algún cliente para asegurar que se iba", taberna El Paseo, El Alpiste, El Pimentón, El Paseo Ibérico, Amarre, La Bicicleta, Amaltea, Gato Negro, la Regadera, Garum, Bodegas Mezquita, Bandolero, La Romana o Grupo Cabezas Romero.

SEMANA SANTA Los establecimientos mostraron ayer su preocupación a Hostecor sobre un posible cambio de la carrera oficial al entorno de la Mezquita, ya que consideran que podría repercutir negativamente sobre sus negocios. Ante la situación "caótica" que se vivió el pasado sábado y las dudas surgidas de cara al futuro, Hostecor, en nombre del colectivo, ha decidido actuar como interlocutor y ha solicitado una reunión con la alcaldesa, Isabel Ambrosio, y con el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, que tendrá lugar en los próximos días. Fuentes municipales informaron ayer que esperarán a celebrar la reunión para manifestarse sobre lo ocurrido.