El Colegio de Médicos de Córdoba ha expresado su más absoluta condena a las agresiones contra el personal sanitario y hace llegar su solidaridad a la auxiliar de enfermería que sufrió insultos y amenazas el jueves pasado en la Unidad de Partos del hospital Reina Sofía. «Lamentamos profundamente que, una vez más, un episodio de violencia haya perturbado un entorno donde deberían prevalecer la confianza y la serenidad suficientes como para garantizar el correcto desempeño de una profesión que tiene un objetivo tan delicado y necesario como son los cuidados y la sanación», dice en un comunicado el Colegio de Médicos, que, «consciente de la relevancia del problema», defiende la tolerancia cero ante los ataques verbales y físicos a profesionales sanitarios. En este sentido, señala que «las agresiones a estos profesionales no solo producen graves efectos negativos en las personas que las padecen, sino que también perjudican a la eficiencia, efectividad y costes de todo el sistema de salud en su conjunto». Por eso, el Colegio de Médicos de Córdoba se remite al documento Directrices marco para afrontar la violencia laboral en el sector de la salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuando dice que «las consecuencias negativas de esa violencia generalizada repercuten fuertemente en la prestación de los servicios de atención de salud, y pueden dar lugar a deterioro de la calidad de los cuidados dispensados y a decisiones de los trabajadores de abandonar las profesiones de atención de salud. Esto, a su vez, puede ser causa de que se reduzcan los servicios de salud disponibles para la población en general, y aumenten los costos de la salud».

SINDICATO CSIF // Por su parte, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de Córdoba se ha hecho eco del malestar existente entre el personal del hospital Reina Sofía por el escaso apoyo mostrado por la Administración ante las últimas agresiones sufridas por los profesionales en sus puestos de trabajo. La responsable del Sector de Sanidad de CSIF Córdoba, María Maestre, indica que «la gota que ha colmado el vaso fueron las declaraciones de la directora gerente del hospital y de la delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en relación a la agresión sufrida por una auxiliar de enfermería en el Materno-Infantil, cuyo contenido en muchos puntos no se ajusta a la realidad». CSIF apunta que el protocolo de prevención de agresiones del personal no se activó rápidamente tras el incidente, sino que fue gracias a la insistencia de los trabajadores.