El Colegio de Arquitectos no detecta mejoría en la promoción de vivienda a pesar de los signos de recuperación que se perciben a otros niveles y las grúas que se ven en la ciudad. Su decano, Felipe Romero, asegura que los pisos que se construyen «son proyectos de mucho antes y la mitad de ellos están sin vender». A esto se une que «las obras van lentísimas». A su juicio, los datos positivos hay que analizarlos «con prudencia, ya que esto no avanza como todos piensan». En cambio, Romero explica que en otras ciudades como Málaga y Madrid el crecimiento experimentado por la vivienda nueva sí es espectacular. Romero asegura que el gran problema sigue siendo la falta de financiación.

Los pocos proyectos en los que trabajan no dan para «la gran cantidad de arquitectos que hay», indica Romero. «La gente sigue estudiando pero después se dedican a otras cosas», asegura. A la falta de proyectos de vivienda se suma la escasez de reformas, que la obra pública «no existe» y que «las parcelaciones no se mueven», al igual que la inspección técnica de edificios. El certificado energético, obligatorio en las viviendas en venta y alquiler, es el único nicho de trabajo que detecta, por lo que el panorama «es triste».