El Consejo del Movimiento Ciudadano (CMC), el máximo órgano de participación ciudadana reconocido por el Ayuntamiento y al que es preceptivo consultarle el proyecto de Presupuestos Municipales, ya se ha pronunciado con 21 reticencias al mismo, en algunos casos demoledoras. Así, tras un estudio minucioso, ha llegado a la conclusión de la necesidad de garantizar ingresos para unos servicios municipales de calidad, aunque sea "con una subida prudente y progresiva de las ordenanzas fiscales", citando algunos casos concretos como la tasa de mantenimiento en cementerios o criticando "guiños innecesarios de rebaja del acceso a la Ciudad de los Niños y otros, lo que al final acaba pagándose de todos los ingresos generales". Eso sí, se denuncia expresamente y con dureza el retraso de la Junta en sus aportaciones y el de la Administración central.

Otras críticas a los presupuestos son la falta de un "plan cuatrienal de inversiones para asegurar que hay proyectos reales detrás de las partidas establecidas", que el "gasto en alumbrado extraordinario se reparta de forma arbitraria", que no se aclaren las partidas que van a cada junta municipal de distrito, la petición de "más reducción en la partida destinada a los grupos municipales, pues la mayoría de los gastos que necesitan se pagan por el Ayuntamiento (teléfono, internet, reprografía, etcétera) o el que haya "nuevos gastos como un Plan Municipal de Salud cuando no se tienen competencias" o "a la TVM, que no es una demanda ciudadana prioritaria". Es "el más profundo estudio que se ha hecho en los últimos años de este documento, muy denso y farragoso de estudiar", recuerda el presidente del CMC, José Rojas.

Entre los 21 puntos también se encuentra la petición de que Vimcorsa "mantenga en cualquier circunstancia la política social de rehabilitación y ayudas al alquiler", más aún tras ser "innecesario que la Oficina de la Vivienda se dedique a hacer jornadas". Otras reticencias se centran en proyectos de barrios (Centro de mayores de Lepanto, centro cívico Noroeste o Parque de Levante) y en la falta de uso de edificios ya terminados, como el Centro de Educación Ambiental, que está sin dotación presupuestarias, o los centros cívicos de Fátima y Cerro Muriano.