La Ciencia se hizo presente ayer en bares, patios, museos o el Jardín Botánico en una Noche Europea de los Investigadores que ha llegado a su sexta edición como un evento consolidado, que cada año incrementa el número de participantes y de actividades. Los primeros en abrir la jornada fueron los pequeños grandes investigadores, que mostraron sus ingenios de ciencia en el Jardín Botánico durante toda la mañana. En total, 14 proyectos de cinco centros educativos de la capital y la provincia se mostraron en esta feria, en la que se pudieron ver desde una estación meteorológica o un tiovivo a una forma de generar corriente eléctrica a través de limones. Los tres premiados fueron, en la categoría de Primaria, el CEIP Pablo García Baena con el proyecto Aprendo y juego con los animales, ¿y tú?; en la categoría de Secundaria, el IES Colonial de Fuente Palmera con el proyecto Científicos del Colonial en Europa; y en la categoría de Bachillerato, el IES Colonial de Fuente Palmera, con el proyecto Incubadora automatizada. Este centro de Fuente Palmera presentaba 9 proyectos. Su profesor de Tecnología, Vicente Marques, resaltaba cómo en este instituto están fomentando la cultura científica y tecnológica, de la que salen proyectos que ya han sido premiados en varios certámenes provinciales y regionales.

Tras los más pequeños, la jornada se trasladó a los Jardines del Duque de Rivas, donde 17 equipos científicos de la UCO y dos del Jardín Botánico se esforzaban en explicar de forma amena sus investigaciones en diferentes campos. En los restaurantes El Astronauta, Café Málaga y El Otro tenían lugar a esa misma hora, las 19.00 horas, los Bocados de Ciencia, mientras que en una docena de patios cordobeses, entre geranios y gitanillas, los inscritos previamente en esta actividad disfrutaban del encuentro con diferentes grupos de investigación. El broche final fue en el Rectorado, donde seis doctorandas, Carmen, Victoria, María Guacimara, Adela, María Jesús y Gema, expusieron su tesis en un monólogo interpretado.