Las denominada monitoras escolares “de sentencia”, aquellas que ganaron en los tribunales su puesto de trabajo como trabajadoras de la Junta tras ser despedidas en 2013, han vuelto a la calle para protestar por la precariedad laboral que soporta el colectivo. En concreto, las monitoras han acudido a la concentración convocada por el Sindicato Provincial de Enseñanza de CCOO de Córdoba ante las puertas de la Delegación Territorial de Educación, en donde han hecho entrega de un escrito con las principales reivindicaciones de las trabajadoras y trabajadores, informa una nota de prensa del sindicato.

La secretaria de Formación, Afiliación y Servicios Jurídicos de CCOO, Olga Degayón, explicó que en la sentencia que las reconoció como trabajadoras de la Junta aproximadamente desde 2006 se les reconoció la antigüedad pero “ahora seguimos luchando y pidiendo cosas, algunas de ellas muy básicas, como la experiencia”.

Tener reconocida la experiencia laboral es fundamental para este colectivo, que en Córdoba lo componen unas 36 personas, 632 en toda Andalucía, de cara a la próxima oferta de empleo público, ya que se valora de forma separada a la antigüedad. “No nos quieren reconocer la experiencia, lo cual resulta surrealista teniendo en cuenta que hemos ocupado el mismo puesto de trabajo, la misma silla, el mismo ordenador y las mismas funciones”, criticó Degayón que remarcó que reconocer la experiencia a las trabajadoras no supone ningún coste para la administración, motivo por el que CCOO no comprende la actitud de la Junta.

Por otra parte, el colectivo reclama que no sean enviadas al paro durante los meses de julio y agosto. “Cuando los trabajos son en fecha cierta deben ser fijos o indefinidos, pero no discontinuos, porque a fin de cuentas nosotras estamos llamadas siempre en los mismos periodos para trabajar en la actividad normal de la empresa que en este caso son los colegios públicos de la Junta de Andalucía”, indicó la responsable sindical quien recordó que las monitoras se ven obligadas, en muchos casos, a coger las vacaciones durante el curso escolar, con el perjuicio que ello supone para la comunidad escolar y también para la conciliación de vida familiar y laboral.

Las monitoras “de sentencia” realizan, fundamentalmente, labores administrativas y de contabilidad de apoyo a la gestión económica y académica en los centros públicos.