La causa por la operación Fénix, que supuso la desarticulación en el año 2006 de una trama organizada en el sector de la joyería desde la que se habría cometido fraude fiscal, cumple ya ocho años en instrucción y aún habrá que esperar tiempo a que llegue a juicio, según informaron ayer fuentes judiciales.

A lo largo de estos años, diversos factores han ido dilatando un proceso en el que llegó a haber más de 150 imputados. En primer lugar, la complejidad del asunto, el número de implicados y la falta de medios en el juzgado encargado, el Instrucción número dos de Córdoba, provocaron un considerable retraso que obligó a reforzar el órgano judicial. Posteriormente, la fase de recursos, con más de una treintena de escritos de alegaciones, también se prolongó más de lo habitual. Y a todo esto se unió que el Tribunal Supremo también tuvo que resolver conflictos de competencias planteados por varios procesados.

Así, hasta que se llegó a dictar un nuevo auto de procedimiento abreviado a principios de este año, ampliando el que se emitió en el 2012. Pero una vez conocido este, en el que número de imputados ya había descendido a 84 --bien por sobreseimientos, bien por fallecimientos o por inhibición a favor de otros órganos judiciales--, de nuevo comenzó otro periodo de recursos, tanto de reforma ante el mismo juzgado como de apelación ante la Audiencia. Y según explicaron ayer fuentes judiciales, en ese trámite se encuentra la causa, en espera de que se resuelvan todos los recursos para poder avanzar en una causa que ha cumplido ocho años en instrucción.