A pesar del cielo nuboso y del chaparrón final en la sesión de clausura de ayer, y a falta de los últimos datos, la organización de la 32 Cata de Vinos Montilla--Moriles estimaba ayer entre 85.000 y 88.000 el número de visitantes a esta edición, "y yo diría que más cerca de 88.000 que de 85.000", decía sin ocultar su satisfacción el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen (CRDO) Montilla--Moriles, Javier Martín.

El dato supone que la Cata habría roto el techo de visitas de las últimas ediciones con un incremento en torno al 10% por encima de las previsiones, confirmándose la enorme afluencia de miles de visitantes de otras provincias andaluzas, del resto de España y del mundo, con un aumento en las ventas de media de un 20%. "Hasta se ha visto llevarse también botellas de vinagre", otro de los productos con los que la Cata ha ampliado su oferta, explica Martín.

Sin embargo, los datos positivos no terminan ahí. El presidente del CRDO también se felicitaba por la organización y el, en general, alto grado de satisfacción de las 26 bodegas y 9 restaurantes participantes no solo porque las ventas hayan aumentado, también hubo más sitio para los restaurantes (que pudieron aumentar la calidad de su oferta), el pavimento asfaltado mucho más limpio y acondicionado, una enorme asistencia al programa cultural y promocional paralelo (las catas dirigidas registraron en muchos casos un lleno) y el sistema de entrada y salida más eficaz, aunque se tuvo que cortar el acceso en algún momento la noche del sábado al completarse el aforo. "Esto nos hace pensar que se nos queda pequeño el sitio, y habrá que estudiar soluciones, pero no debemos dejar el sitio, que es el mejor posible", dijo Martín sin adelantar qué mejoras se piensan.

ASISTENTES DE MAS 'CALIDAD' Capítulo aparte, también se mostraba satisfecho Javier Martín por la gran cantidad de ejecutivos y representantes de grandes cadenas que se vieron en las sesiones de mañana, mientras que el público asistente por la noche, en su mayoría joven, menor de 40 años, demostraba ser mejor conocedor de los vinos con detalles como, por ejemplo, optar en mayor número por vinos olorosos y amontillados e ir buscando bodegas muy concretas.