La Campiña Sur es la comarca cordobesa en la que tiene su zona natural el cultivo del ajo, ya sea chino o morado. Los agricultores han procedido ya a la siembra, aunque la falta de agua de los dos primeros meses del año agrícola llevaron la incertidumbre a esta zona productora que es la más importante de la hortícola en Andalucía. Los ajeros han de hacer una fuerte inversión para sembrar una hectárea de ajos, por lo que la adversidad climática puede provocar cuantiosas pérdidas a los productores porque es el cultivo que requiere la mayor inversión para su producción. La Consejería de Agricultura sitúa el coste por hectárea en 9.833 euros, de los que el mayor dinero corresponde a los insumos, es decir, plantación de bulbillos, fitosanitarios, fertilizantes y agua y energía (4.308 euros), a los que hay que unir 3.240 euros para las labores de siembra y recolección y transporte. A esto hay que unir los costes indirectos (353 euros) o el arrendamiento de la finca, que llega a 980 euros por hectárea. Si la inversión es muy alta, los beneficios que se obtienen también son elevados, ya que se obtiene unos rendimientos medios de 10.870 kilos por hectárea de un producto que en las últimas campañas alcanzó un alto valor por la menor producción de China, comenzando a bajar el valor en el último ejercicio. La Mesa del Ajo de Córdoba prevé que en esta campaña se siembren unas 2.400 hectáreas, una superficie similar o ligeramente inferior al año anterior. Junto al alto coste de producción, otro de los rasgos del cultivo es el importante volumen de empleo que genera: unos 69 jornales por hectárea.

También son elevados los costes de producción de la naranja, que alcanzan los 8.865 euros por hectárea. Los cítricos también generan abundante empleo, llegando a 76,9 jornadas por hectárea.

En el caso del olivar, el cultivo más extendido en la provincia al llegar a unas 345.000 hectáreas, los costes se reducen considerablemente. Así, el Observatorio de Precios y Mercados de la Consejería de Agricultura sitúa la inversión en unos 1.457 euros por hectárea cuando se trata de olivar de secano no mecanizable. En este caso, el principal coste corresponde a la recolección y transporte, que asciende a 703 euros. Los costes llegan a duplicarse en el olivar de regadío intensivo (2.700 euros). Eso sí, se llegan a obtener unos 8.000 kilos de aceituna por hectárea, frente a los 2.464 del olivar en secano no mecanizable.

Si se trata de aceituna de mesa, en la variedad hojiblanca, que es la más extendida en Córdoba en este aprovechamiento, el coste medio es de 1.575 euros por hectárea, de los que 680 euros corresponden a la recolección y el transporte de la aceituna. En el olivar, esta labor es la que requiere una mayor inversión, siendo también la que genera más empleo en la provincia, pues cada año se crean entre 4,5 y 5 millones de jornales.

En el lado opuesto se encuentran el girasol y el trigo. Para sembrar una hectárea de girasol en secano hay que destinar alrededor de 550 euros, importe que llega a los 1.551 en el caso del trigo. No obstante, estos cultivos se encuentran entre los que crean menos empleo: 1,4 jornales por hectárea en el girasol y 3,9 jornales en el trigo.