La presentación de las cuentas de Cáritas Regional Andalucía, a cargo de Mariano Pérez de Ayala, centró buena parte del trabajo de la 138ª Asamblea Ordinaria de los Obispos del Sur de España, celebrada en Córdoba desde el día 24 hasta la jornada de ayer, un informe de Cáritas que da cuenta de su papel como «la red de ayuda más extensa y cercana de apoyo para las personas en situaciones de exclusión y vulnerabilidad». De hecho, el pasado año Cáritas de Andalucía invirtió más de 39 millones de euros, 13 de ellos por encargo de otras entidades públicas y privadas y 26 provenientes de fondos propios de donaciones, legados o socios, informó ayer la Asamblea mediante un comunicado.

La Asamblea de Obispos del sur es una organización estable que coordina los esfuerzos de los arzobispados y obispados de Sevilla, Granada, Almería, Cádiz y Ceuta, Córdoba, Guadix, Huelva, Jaén, Asidonia-Jerez y Málaga, y que en esta edición también ha contado con el obispo emérito de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos.

Respecto a la memoria anual del 2016 de Cáritas de Andalucía, se da cuenta de que la entidad invirtió «más de 39 millones de euros (39.414.451,45 euros), de los que 26 millones provenían de fondos privados (socios, donantes, legados…) y 13 millones de fondos públicos (Fondo Social Europeo y Administraciones públicas)», explica la nota. Ello permitió que se beneficiaran «de la acción de las cáritas andaluzas 342.893 personas en los distintos programas emprendidos, para los que se ha contado con 781 contratados y 13.252 voluntarios», explica la memoria presentada a los Obispos del Sur, ya en junio, Cáritas Diocesana anunció que en Córdoba esta inversión fue de 5,5 millones de euros.

Más aún, «la acogida y la asistencia a las personas necesitadas suponen buena parte de la labor diaria de Cáritas» recordando que en las diez diócesis andaluzas «hay 1.201 cáritas parroquiales» y que en conjunto «no se limitan a dar respuesta a las demandas de los usuarios (alimentación, ropa, suministros, vivienda…) sino que su tarea consiste, también, en hacerse cercanos a las personas, reivindicar su dignidad» o «buscar con ellos respuestas a sus necesidades».