Eel prefecto para la Doctrina de la Fe y una de las voces más influyentes en la Iglesia tras el Papa Francisco, el cardenal y teólogo Gerhard Ludwig Müller, defendió ayer el peso y los valores de la familia cristiana durante la misa que presidió en la Catedral de Córdoba, instando a los fieles a ponerse en manos de Cristo para sobrellevar los reveses "de la enfermedad, de la pérdida del trabajo, de la soledad, de la viudedad, de la infidelidad o del fracaso matrimonial".

Las palabras de Müller tienen una especial relevancia durante su visita a la ciudad califal (abrirá hoy un curso sobre San Juan de Avila), ya que las pronuncia días antes de que se abra el Sínodo Extraordinario de la Familia en donde se discutirán importantes cuestiones que pueden llegar a cambiar la actitud de la Iglesia en determinados asuntos. Por ejemplo, se debatirá si se permite el acceso a los sacramentos de los cristianos divorciados y vueltos a casar, como propugna la corriente del cardenal Walter Kasper. Frente a estas tesis se encuentra una corriente conservadora con personalidades tan relevantes como el propio Müller o los también cardenales Brandmuller, Burke, De Paolis y Caffara. Entre los cinco han escrito un libro sobre la familia que saldrá a las librerías el miércoles en Italia y EEUU.

En su homilía de ayer en la Catedral y ante Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, Müller abogó también por "no vivir un cristianismo de rebajas" y por asumir "la responsabilidad personal" de las acciones de cada uno como parte de un ejercicio de libertad personal y como paso previo a una auténtica conversión cristiana.