Ángela Cuesta Cabanás era una cordobesa que se hacía querer. Ejecutiva de Telefónica, sus vacaciones y su tiempo libre los dedicaba a colaborar en proyectos de ayuda a los demás en países más desfavorecidos. En 30 naciones de 4 continentes distintos desempeñó esta faceta altruista. Durante un tiempo que Ángela tuvo que residir en Colombia por motivos de trabajo, supo que tenía un tumor en el colon, que al año de tratarse resultó ser un Krukember, metástasis maligna en el ovario, cuyo pronóstico de supervivencia era de solo 12 a 14 meses. Ángel, padre de Ángela, señala que «mi hija murió a los 45 años, pero pudo estar al final 7 años con nosotros, mucho más tiempo del esperado desde aquel cruel diagnóstico, algo extraordinario que hasta los expertos resaltan en los congresos y que solo se puede explicar por sus grandes ganas de vivir».

El director de cine Carlos Agulló quiso que Ángela (llamada Chiky por sus seres queridos) apareciera en su película documental Los demás días, tras conocer su historia a través de un amigo común. El filme fue muy bien recibido en el último Festival de Cine Europeo de Sevilla y se estrena hoy en Córdoba, en los cines El Tablero, a las 20.00 horas. El documental aborda los testimonios de enfermos terminales, pacientes de Pablo Iglesias, doctor que trabaja en una unidad de cuidados paliativos madrileña.

En Los demás días, Ángela apunta que no tiene miedo a morirse, que quiere vivir, no luchar, declaraciones similares a las de los otros protagonistas del documental que trata la muerte como el último paso tras haber vivido lo mejor posible. Ángel destaca que «cuando mi hija agotó todas las vías de terapia posibles supo que había llegado la hora de irse. Esperó a que diera a luz una gran amiga, que tuvo una niña a la que le pusieron Ángela, y se despidió de familia y amigos mediante unos emotivos escritos. Con su sonrisa, era un ídolo en el hospital».