Sin esperar en esta ocasión a que la Junta de Andalucía se plantee siquiera, como ya hizo anteriormente, elevar una consulta a la Unesco sobre la segunda puerta, los primeros representantes del Cabildo Catedral junto al obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, se han trasladado a París para hacer llegar a la Unesco su propuesta de modificación del proyecto para instalar una puerta de cristal en el vano que ha quedado abierto.

Según comunicó ayer a través de un comunicado el Cabildo Catedral, gestor del conjunto monumental Mezquita-Catedral, la delegación cordobesa se ha entrevistado con la embajadora permanente de España ante la Unesco, Teresa Lizaranzu, para que recuerde al máximo órgano internacional las razones que llevaron a impulsar el proyecto de una puerta que sustituya a una de las cuatro celosías que en su día diseño Rafael de la Hoz en el Muro Norte de la Mezquita-Catedral.

Pero, más aún, le ha solicitado que haga llegar al órgano internacional, que en 1984 declaró la Mezquita como Patrimonio de la Humanidad, la necesidad de modificar el proyecto de la segunda puerta, que en principio consistía en sustituir la celosía por una puerta de madera de igual diseño, y para la que se proponen ahora dos hojas de cristal traslúcidos que no impliquen alterar los restos arqueológicos encontrados ni supongan una carga estructural sobre el frágil y muy transformado muro norte de la Mezquita-Catedral. La modificación del proyecto, según el Cabildo, ya ha sido remitida a la Junta de Andalucía para su procedente estudio, tramitación y autorización, aunque hasta la fecha aún ni siquiera se ha reconocido que el documento haya llegado a la Consejería de Cultura .

Según el comunicado, durante la visita se ha informado a la embajadora sobre las «inversiones en conservación y mantenimiento del templo», que solo en los últimos cinco años han supuesto 8,8 millones de euros.

OBRAS EN EL MIHRAB

Paralelamente también se ha informado a la embajadora permanente ante la Unesco de los planes para otras intervenciones en el conjunto monumental, como la profunda restauración del el Mihrad (para el que se ha hecho junto al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico un meticuloso estudio previo que ha durado meses), así como las cubiertas 1 y 2 de la Mezquita-Catedral e, incluso, las de la Capilla Real.

El proyecto de la segunda puerta es esencial para el nuevo diseño de la Semana Santa cordobesa, que este año ha cambiado radicalmente al estrenar una carrera oficial en el entorno del primer templo cordobés.