Aunque la Agencia Estatal de Meteorología insiste en que todo indica que el 5 de enero se aguará la fiesta, el Ayuntamiento de Córdoba y, en concreto, el concejal de Seguridad, Emilio Aumente, se mantenía ayer confiado en que se produzca un cambio de última hora que permita a los Reyes Magos salir y cumplir con la tradición de la cabalgata. Y aunque ya está previsto que, en caso de que llueva a la hora señalada (17 horas) Sus Majestades Melchor, Gaspar y Baltasar se instalen en la Diputación de Córdoba para recibir a niños y mayores, el cabildo de aguas de la cabalgata se reunirá mañana viernes a las 12 del mediodía para analizar la previsión meteorológica y establecer su dictamen definitivo sobre si la cabalgata saldrá a las calles o no. En ese momento, se informará a los medios al respecto.

NADA DE ADELANTOS

Pese a la incertidumbre que rodea al evento, ayer se presentó con todo detalle el plan especial de tráfico diseñado para la ocasión. Eso sí, queda absolutamente descartado seguir los pasos de los ayuntamientos que han optado por adelantar el desfile ni siquiera unas horas. Según Aumente, los Reyes siempre han venido el 5 de enero y no tendría sentido cambiar la fecha por las inclemencias del tiempo. «Vamos a respetar las tradiciones», aseguró, tras señalar que un adelanto de la cabalgata sentaría un precedente dudoso para futuras ediciones, dejando la fecha de la llegada de los Reyes a merced del tiempo. Además, señaló que en una ciudad como Córdoba, por el trazado tan largo de la cabalgata y el amplio despliegue de medios coordinados para unas horas concretas esta opción es inviable.

CONDUCTORES

Entre las novedades de este año, Aumente anunció que por primera vez los conductores de las carrozas deberán someterse a un control de alcoholemia por motivos de seguridad. Cabe recordar que el año pasado un señor de 70 años resultó herido tras ser atropellado por una carroza en la zona del estadio de El Arcángel, un hecho que podría estar relacionado con esta medida. Este año además, nadie podrá montarse en las carrozas en el camino de vuelta. Cuando acabe la cabalgata, todas las personas excepto los conductores deberán abandonar las carrozas y volver al Arcángel en autobús.

La seguridad se ha fijado como prioridad absoluta, lo que llevará a medidas como suprimir el lanzamiento de caramelos en el Puente de San Rafael, por donde el cortejo circulará más rápido, y a contar con presencia de auxiliares de seguridad y voluntarios de apoyo junto a cada carroza para evitar que haya niños que se metan debajo para coger caramelos. También se ha ampliado el itinerario de vallas no rígidas en zonas superando los 3 kilómetros, que se instalarán en las xonas donde se concentra más público: entre la plaza de Santa Teresa y plaza de Andalucía, Victoria y Colón y del Colodro a la avenida Agrupación Córdoba. Pese al cambio de trazado por la obra del Marrubial (la cabalgata no pasará por esta vía ni por la avenida de Barcelona y enfilará desde Ollerías a la avenida Agrupación Córdoba para finalizar en la iglesia de San Antonio de Padua), el Ayuntamiento prevé que el recorrido tenga la misma duración de años anteriores y que acabe en torno a las 21.15 horas. Cuatro ambulancias, un vehículo de apoyo y un vehículo de intervención rápida cubrirán las incidencias sanitarias que puedan producirse en el itinerario de la cabalgata. También por razones de seguridad, se establecerán cortes de tráfico y se prohibirá aparcar en determinadas zonas. A partir de las 16.00 horas de mañana viernes o en horario anterior si la afluencia de personas es masiva, se cortará el tráfico del Puente del Arenal, de la Avenida Campo de la Verdad y del Puente de Miraflores. Asimismo, en función de la asistencia de público, se irán cortando los accesos a la Plaza de Santa Teresa, Avenida de Cádiz, Puente de San Rafael, Avenida del Corregidor, Avenida de Conde de Vallellano, Paseo de la Victoria y el resto del itinerario hasta la avenida Agrupación Córdoba.