El caballo, que en otros tiempos tomó el centro de la ciudad -la plaza de la Corredera, entre otros lugares- quedó relegado a la periferia de la población y casi al olvido. Hoy, con paso de trabajo, está tomando Córdoba de manera lenta pero segura: Caballerizas Reales, la plaza de las Tres Culturas, la explanada de la Diputación, las calles del centro de la ciudad durante la marcha del 28 de Febrero o el concurso internacional de atalaje de tradición, etcétera. Esta reconquista del espacio urbano por parte del caballo consiguió ayer posicionarse en un lugar querido, en el que se celebraba la feria del ganado de Córdoba hasta las primeras décadas del pasado siglo XX, y donde paseaba orgulloso hasta hace un cuarto de siglo en el real de la Feria de la Salud.

Se trata de los Jardines de la Victoria, que ayer mostraron a los paseantes y visitantes la riqueza que es capaz de producir el mundo ecuestre con la celebración de la Fiesta de los Oficios y Tradiciones del Caballo, organizada por el Ayuntamiento de Córdoba, con el apoyo de la Asociación Andaluza de Doma de Campo y otras entidades ecuestres de la ciudad.

La fiesta fue un escaparate en el que se pudieron contemplar aperos y utensilios empleados en el campo y los cortijos; objetos artesanales de talabartería; la empresa de construcción y restauración de carruajes de Rafael Luque Lubián Matapalos; sastrería para amazonas y jinetes; la demostración de guarnicionería del montillano Joaquín Berral; la presencia de la facultad de Veterinaria de Córdoba; la manera de herrar caballos -en esta ocasión mulos- a cargo de la escuela de Manuel de la Rosa y cómo se esquilan estos animales, a cargo de Miguel Naranjo.

Y en verdad fue una fiesta ecuestre la que tuvo lugar en los Jardines de la Victoria, tanto para los más pequeños, que tuvieron la oportunidad de pasear en ponis gracias a la presencia de estos animales llevados por el Club Hípico, el Poniclub La Loma y El Cañuelo; además de las exhibiciones de amazonas y jinetes comentadas por Miguel Ángel Ortega, con la didáctica intención de que los asistentes conocieran las características de las distintas vestimentas, sillas de montar, cabezadas y bocados. Y como colofón, una actuación musical para celebrar que el caballo ha tomado el centro de la ciudad y que espera hacerlo en próximas ediciones, hasta consolidarla, como anunció el teniente de alcalde, Pedro García, hace unos días.