La aprobación de un nuevo Plan General de Ordencón Urbana (PGOU) en Córdoba en el 2001 supuso la reordenación urbanística de la ciudad, la distribución y dotación de nuevos suelos que, tal y como se recoge en la memoria justificativa del proyecto, hicieran posible, entre otras cosas, la planificación de un crecimiento de la ciudad «equilibrado espacialmente» o la «diversificación de la oferta tipológica» y «planteamiento de nuevas alternativas residenciales».

En este contexto el PGOU plantea una «extensión del barrio del Naranjo por el Este mediante la delimitación de un sector de crecimiento residencial». Nace así el Plan Parcial (PP) N-1, es decir, Mirabueno.

El barrio del Naranjo, «antiguo, heredado de antes del 86» y surgido por «generación espontánea», tal y como señala el director técnico de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) de Córdoba, Juan Medina, estaba «totalmente deficitario de equipamiento», y era «muy denso y de calles muy estrechas». Para aliviar esta situación el PGOU plantea un barrio de vivienda adosada «en el que se hagan unas cesiones importantes de suelo» tanto para vivienda como para equipamiento urbano y junto a ello zonas verdes, como el Parque de la Asomadilla, unido a Mirabueno por una pasarela que ha ejecutado recientemente la GMU.

Vivir en Mirabueno

La construcción de Mirabueno concluyó alrededor de 2007, como destaca el presidente de la mancoumnidad de vecinos Residencial Mirabueno, Rafael Valverde. La obra quedó paralizada en parte en su última fase después de que la constructora, Marin Hilinger, abandonara la obra y la urbanización de un tramo de la Ronda Norte en plena crisis.

En total se levantaron 14 manzanas, repartidas en unas 450 viviendas unifamiliares en las que residen, según Valverde, cerca de 2000 personas, en su mayoría «familias jóvenes con niños».

Se trata de una estructura de viviendas de manzana cerrada con piscina y zonas deportivas, lo que se traduce en espacios «reservados y seguros» que favorecen las «relaciones entre los niños y las familias». Es un lugar «en el que uno puede estar con sus hijos con zonas de seguridad y diversión», lo cual hace la vida agradable y crea comunidades «potentes».

Esa es, en palabras de Valverde, una de las ventajas de esta zona residencial, a lo que hay que sumarle «la tranquilidad» de vivir en un sitio «sin mucho ruido», cerca de la naturaleza, «porque estás conectado inmediatamente con toda la zona de la sierra de Córdoba a través del Puente de Hierro». Y junto a ello, el barrio cuenta con la cercanía del parque de La Asomadilla, «el lugar natural de expansión de los vecinos de Mirabueno para hacer deportes o dar paseos».

El nivel adquisitivo de los habitantes de Mirabueno es medio-alto, y aunque no existe una estadística oficial al respecto, Valverde destaca que muchos de los vecinos de la zona se dedican a profesiones liberales, a la empresa o son funcionarios, actividades que permiten afrontar la compra de unas viviendas cuyo precio actual ronda los 400.000 €, aunque en la época de explosión inmobiliaria el precio de algunas de las casas se situó en los 500.000 €.

Hoy, son pocas las viviendas que están en venta y «los carteles que proliferaron en la crisis han desaparecido». En cualquier caso, para Valverde «no hay grandes problemas para vender» y la que sale a la venta «vuela», porque «hay más demanda que oferta» en esta zona.

La urbanización de la zona terminó recientemente y se ha dotado a los exteriores de un área ajardinada más cuidada.

Ahora, indica el presidente de la mancomunidad de vecinos, la construcción en el límite de Mirabueno de un tipo de vivienda plurifamiliar dotada de locales comerciales ha conseguido revitalizar la zona gracias a la apertura de negocios «que empiezan a darle un aire más comercial a Mirabueno, que ya no está tan aislado». Y hoy es más sencillo comprar el periódico, un libro o acercarse a un restaurante o cafetería gracias a los nuevos establecimientos que se han abierto al público, aunque, destaca Valverde, «seguimos teniendo el Barrio del Naranjo a 50 metros andando», un barrio que cuenta con una buena variedad comercial y con un mercado de abastos.

No obstante el Plan Parcial tiene una reserva de suelo de tres parcelas destinadas a distintos equipamientos educativos, deportivos y comerciales, aunque hasta la fecha no se han desarrollado, en buena parte porque la crisis económica ha afectado en buena parte a la construcción.

Con todo, el presidente de la mancomunidad Residencial Mirabueno confía en que «en el futuro a algún operador le vaya interesando adquirirlas» para dotar al barrio y a la zona de nuevas infraestructuras.

En cuanto al transporte público, la conexión de Mirabueno con el resto de la ciudad es «razonable», Hasta el barrio llega una línea de autobús, «suficiente» para el vecindario, aunque reconoce que en este barrio son muchas las personas que optan por el vehículo particular para desplazarse a otras zonas de Córdoba.