Cazadores y gestores de cotos se muestran esperanzados ante la próxima temporada de caza mayor, que comenzará oficialmente el 11 de octubre. Las últimas lluvias han dejado el campo en buenas condiciones para la práctica de la actividad, incrementando también el alimento que tienen los animales. Tomás Jurado, técnico de Asaja-Aproca, considera que se presenta una buena temporada, que "solo se puede haber afectada por lo que suceda con los rehaleros". Jurado estima que, como ha sucedido en años anteriores, "se quedarán bastantes manchas sin montear por la dificultad que existe aún para vender los puestos". En el caso de la caza menor, que se inicia el 12 de octubre, Jurado indica que la perdiz roja sigue presentando una reducida población. "El problema es grave porque está muy tocada", señala. La población de conejo, aunque sigue siendo abundante, presenta una menor presencia que en años anteriores, mientras que considera "impredecible" lo que sucederá con el zorzal. Por su parte, el presidente de la Federación Andaluza de Caza, José María Mancheño, estima que las previsiones de caza mayor "son excelentes", aunque reconoce también los efectos que puede seguir teniendo la crisis en la venta de puestos.

Durante la última temporada de caza se celebraron 489 cacerías en Córdoba, una decena más que el año anterior. De las 626 tramitadas, 55 fueron denegadas por la Junta de Andalucía, 78 fueron suspendidas por los organizadores (ya fuera por condiciones meteorológicas adversas o por la crisis) y 2 fueron condicionadas. El parque natural de Hornachuelos, con 79 actividades celebradas, es el que reunió un mayor número en los espacios protegidos, seguido de Cardeña-Montoro (39) y Sierras Subbéticas (21).

Por lo que se refiere a la caza menor, se hicieron más de 1,03 millones de capturas de 30 especies. Las principales especies abatidas fueron el conejo (311.797), el zorzal común (210.168) y la paloma torcaz (111.650).