Los miles de cofrades y turistas que visitan la provincia de Córdoba en Semana Santa habrán respirado con alivio tras conocer las previsiones de sol que se esperan. Sin embargo, el campo comienza ya a necesitar agua después de unas semanas de escasas precipitaciones y temperaturas más altas de lo habitual. Las siembras están pendientes del agua y algunas ya han comenzado a regarse. Habrá que esperar a las lluvias de abril y mayo para comprobar la decisión de la comisión de desembalse de la cuenca del Guadalquivir en mayo. Los recursos embalsados no han dejado de bajar en los últimos años.