La Comisión Europea (CE) ha presentado sus primeras directrices para la reforma de la futura Política Agraria Común (PAC), en la que promoverá un límite máximo de las ayudas por explotación, así como un «mejor» reparto de las mismas entre los países de la Unión Europea (UE).

Son dos de las líneas principales de la llamada «comunicación» sobre la futura PAC, un paso previo a la presentación de la propuesta legislativa, que se espera para antes del próximo verano, en la que el Ejecutivo comunitario establece sus prioridades y objetivos para esta política, una de las más antiguas de la UE.

Las líneas presentadas tienen en cuenta, según explicó la CE, la consulta pública lanzada en febrero a agricultores y otras partes interesadas en la futura PAC, que ha recibido más de 320.000 respuestas, principalmente de particulares. El Ejecutivo comunitario concluye que estos actores esperan una PAC «fuerte» pero también «más simple y más flexible», más centrada en «retos concretos para asegurar un nivel de vida justo para los agricultores, preservando el medio ambiente y luchando contra el cambio climático», según puede leerse en un texto que aún no presenta números concretos, a la espera de que se planee el nuevo marco financiero en mayo.

«Por ahora no podemos hablar de números. Las propuestas que ya hay presentes serán evaluadas y son los países los que voluntariamente decidirán si las quieren poner en marcha de manera obligatoria o voluntaria, trabajaremos con los colegisladores para garantizar una equidad en los pagos», afirmó el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan. El comisario irlandés se refirió así a algunas cifras filtradas en primeros borradores del texto en las últimas semanas, que apuntaban a un posible techo máximo de ayudas de entre 60.000 y 100.000 euros por explotación.

Sin embargo, pocas horas después de conocerse la noticia Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía rechazaron estas primeras directrices de la futura, ya que suponen el inicio del desmantelamiento de la, «hasta ahora, política más común de la Unión Europea, en un momento en el que, dada la coyuntura internacional, debería apostarse por un reforzamiento adicional».