La irrupción de los bomberos en el Pleno del martes fue solo el comienzo de la batalla que quiere plantear este colectivo de trabajadores municipales «hasta que se solucionen una serie de situaciones» de índole laboral y que afectan sobre todo a la falta de personal en este servicio. De este modo, «a título personal», los bomberos acudirán a diario al Ayuntamiento, como han hecho esta misma mañana, para exigir una respuesta tanto a los responsables del área de Personal como a los de Seguridad y no cejarán en su intento «hasta lograr una solución», explicó ayer Fernando Muñoz, uno de los afectados, o la convocatoria de una mesa sectorial.

La alcaldesa Isabel Ambrosio se ha reunido con la delegación y les ha garantizado que se va a iniciar "una nueva línea de trabajo" y los ha aplazado al lunes para mantener una reunión a la que asistirán el concejal de Seguridad, Emilio Aumente, y los representantes sindicales. En principio, los bomberos han decidido continuar con sus movilizaciones hasta que no se solucionen sus problemas.

Por su parte, el concejal de Seguridad, Emilio Aumente, ha reconocido los graves problemas de personal que tiene la plantilla, una situación que se va a agravar ya que en los próximos dos años se van a registrar 40 jubilaciones de bomberos y conductores. "El problema es que ya teníamos que haber iniciado el proceso de oposiciones y sacar una convocatoria para al menos 20 plazas", ha dicho Aumente, ya que transcurren unos dos años desde que se convocan hasta que los seleccionados empiezan a trabajar. "Vamos tarde porque desde hace 9 años no entra nadie en bomberos de Córdoba", ha añadido el responsable de este colectivo, que ha aludido a las leyes de reforma de la Administración local y al límite de gasto para justificar esta situación. Además, tampoco se puede volver a recurrir a la contratación de interinos (como se hizo recientemente para contratar a cuatro conductores), por lo que se va estudiar la posibilidad de traer a efectivos de fuera en comisión de servicio.

En concreto, los bomberos reivindican la aplicación de la jornada de 35 horas semanales de la que ya disfrutan el resto de empleados municipales (ellos siguen a 37 horas y media); sustituir a los 37 compañeros que se jubilarán en los próximos tres años, ya que si se aplica una tasa de reposición del 50% se incumpliría el Plan de protección civil de la ciudad; y reclaman la reclasificación del colectivo, aprobada en convenio en el 2008, pero que «duerme el sueño de los justos» o un reparto de horas más lógico en función de la carga de trabajo estival.