La irrupción de los bomberos en el Pleno del martes fue solo el comienzo de la batalla que quiere plantear este colectivo de trabajadores municipales «hasta que se solucionen una serie de situaciones» de índole laboral y que afectan sobre todo a la falta de personal en este servicio. De este modo, un numeroso grupo de bomberos acudió ayer de nuevo al Ayuntamiento para exigir una respuesta tanto a los responsables del área de Personal como a los de Seguridad y no cejó en su intento hasta lograr verse con la alcaldesa, que terminó reuniéndose con los trabajadores.

En ese encuentro, Isabel Ambrosio les garantizó que se va a iniciar «una nueva línea de trabajo» y los emplazó al lunes para verse en otra reunión a la que asistirán el concejal de Seguridad, Emilio Aumente, y el director general de Recursos Humanos, así como los representantes sindicales. En principio, los bomberos han decidido continuar con las movilizaciones acordadas en su asamblea hasta que no se solucionen sus problemas.

En concreto, los bomberos reivindican la aplicación de la jornada de 35 horas semanales, de la que ya disfrutan el resto de empleados municipales (ellos siguen a 37 horas y media); sustituir a los 37 bomberos y conductores que se jubilarán en los próximos tres años; y reclaman la reclasificación del colectivo, aprobada en convenio en el 2008, o un reparto de horas más lógico en función de la carga de trabajo estival.

«No se nos está escuchando», lamentó ayer Juan Carlos Prieto, representante de CCOO, para quien no puede consentirse que «el servicio no esté al 100%». Por su parte, Fernando Muñoz, de CTA, lamenta que el equipo de gobierno no haya valorado aún su propuesta para reorganizar el horario de los bomberos, de modo que se trabaje más en verano, que es cuando más gente falta hace. «Estamos ofreciendo flexibilidad en nuestro trabajo a cambio de que el Ayuntamiento simplemente cumpla el convenio», comenta Muñoz, quien avanza que una solución «lenta no es admisible» porque en breve se necesitarán 40 bomberos y se tendrá que buscar fórmulas para cubrir esas plazas.

Por su parte, el concejal de Seguridad, Emilio Aumente, ha reconocido los graves problemas de personal que tiene la plantilla de bomberos, una situación que se va a agravar, como se ha dicho, en los próximos años. «El problema es que ya teníamos que haber iniciado el proceso de oposiciones y sacar una convocatoria para al menos 20 plazas», ha reconocido Aumente, ya que transcurren unos dos años desde que se convocan las oposiciones hasta que los seleccionados empiezan a trabajar.

«Vamos tarde porque desde hace 9 años no entra nadie en bomberos en Córdoba», añadió el actual responsable de este colectivo, que ha recordado las dificultades existentes para la contratación, impuestas por las leyes de reforma de la Administración local y del límite de gasto. Además, tampoco se puede volver a recurrir a la contratación de interinos (como se hizo recientemente para contratar a cuatro conductores, de los que tres se han jubilado ya), por lo que se va estudiar la posibilidad de disponer de efectivos de fuera en comisión de servicio.