Las obras de la biblioteca de los jardines de la Agricultura (Patos) se retrasarán más de un año (catorce meses) y costarán más de dos millones más. Esos son los cálculos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, que ha decidido modificar el proyecto inicial para introducir mejoras no previstas en el ejecutado hasta ahora. Esto ocurre justo cuando se va a cumplir un año de la paralización de las obras, que tuvo lugar el 31 de octubre del 2016 (cuando estaban ejecutadas al 56,3%), ya que Cultura empezó a tramitar un modificado de proyecto que afectaba a la eficiencia energética al haber nuevas directrices europeas (el proyecto es del 2009).

Sin embargo, la Intervención General del Estado no ha autorizado ese modificado al superar su coste el 10% de lo que permite la Ley de Contratos del Sector Público, por lo que Cultura ha optado por sacar a concurso un proyecto nuevo. Por ello, baraja ahora como fecha de finalización de las obras septiembre del 2019 en vez de mayo del 2018, que era la prevista, y de apertura el 2020 en vez del 2019. Además, el coste de esta infraestructura pasará de los 10,6 millones por los que se adjudicó a la empresa Banasa a 12,5 millones, que incluirá el equipamiento. Cultura estima que el nuevo proyecto de terminación costará más de 5 millones.

Para poder llevar a cabo estos planes Cultura procederá en los próximos días a resolver el contrato de ejecución de la obra para poder redactar el nuevo proyecto de terminación y llevar a cabo después su licitación, según explican las fuentes consultadas. Las mismas fuentes señalan que se ha llegado a un acuerdo con la empresa constructora que posibilita dar estos pasos.

El nuevo proyecto contempla mejoras en el acceso a la biblioteca desde el parque. Fuentes de Cultura explican que se incluirán las partidas necesarias para adecuar el solar en su zona sur, en la parte en la que va el espacio de lectura infantil, y en los laterales que coinciden con los accesos principales al parque. Además, las mismas fuentes explican que el proyecto prevé aumentar los aislamientos de las cubiertas y fachadas, la total iluminación con lámparas LED, la automatización de su intensidad en función del aporte de luz natural y la adecuación de las instalaciones de climatización a los «máximos estándares de calidad».

Hay que recordar que al inicio de las obras, que empezaron en diciembre del 2014, hubo otro modificado de proyecto para integrar un muro califal del siglo XI que apareció durante las mismas. Ese modificado aumentó el presupuesto en 700.000 euros.