Dos años de prisión es la pena a la que se enfrentan cada uno de los cuatro acusados de robar 10.000 euros en un banco de la avenida de Almogávares. Los hechos, según el escrito de acusación del fiscal, ocurrieron sobre las 12.30 horas del 30 de julio del 2010, cuando los acusados acudieron a una sucursal bancaria «con objeto de apoderarse de dinero».

Tras comprobar que unos vigilantes de seguridad habían depositado una saca con 10.000 euros en billetes de 50 y 20 euros para la provisión de los cajeros automáticos, los acusados entraron en la sucursal. Fue entonces cuando una de ellos se dirigió al empleado que había recibido el dinero, el cual había dejado detrás de la mesa del mostrador de atención al público, y con la finalidad de distraer su atención le habló en inglés sobre un supuesto problema con su tarjeta. Ese momento fue aprovechado por los otros acusados para coger la saca, sin empleo de fuerza o intimidación, y para abandonar rápidamente el lugar en un vehículo. Nada de lo sustraído ha sido recuperado.

El ministerio fiscal solicita para cada acusado una pena de dos años de prisión por un delito de hurto. H