Ya sea por los exigentes requisitos que imponen las entidades financieras y por los tipos a los que se ofrecen, como por las dificultades que tienen las empresas y las familias para que sus balances económicos sean válidos para los bancos y las cajas de ahorro, el crédito sigue sin llegar en Córdoba. Cualquier sector que se consulte en la provincia advierte de que la dificultad para acceder al dinero se mantiene como uno de los principales problemas para la actividad empresarial. El presidente de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), Luis Carreto, une a esta adversidad el mantenimiento de un bajo consumo y la alta presión fiscal. "La empresa cordobesa se encuentra en un grave problema. El otro día me reuní con una entidad financiera y me quejé. Me dijeron que se estaban dando créditos, pero les dije que a la pequeña y mediana empresa no le está llegando, ni tampoco a las familias", afirmó ayer Carreto a este periódico.

CREDITO IMPOSIBLE El presidente de CECO lamenta que, pese a lo que se está diciendo, "el crédito no ha llegado a abrirse" y, si lo ha hecho, "a unas condiciones y con unos requisitos demenciales que nadie puede cumplir". Y eso, como recuerda Carreto, que el Banco Central Europeo (BCE) creó una línea para préstamos a las pymes y a las organizaciones. "Son préstamos a un bajo interés y plazo reducido, pero los bancos no los dan", puntualizó.

El Banco de España viene corroborando lo que están denunciando empresarios y organizaciones empresariales desde hace tiempo. El crédito a las empresas y a las familias ha caído a niveles de hace una década. Los préstamos concedidos hasta junio en Córdoba ascendían a 14.485 millones de euros, la cifra más baja en un mes de junio desde el año 2005 (14.231). Desde el comienzo de la crisis económica se ha producido un descenso progresivo de los créditos en Córdoba (también en el resto de España). Si en junio del 2008 se llegó al máximo, con 23.347 millones concedidos, desde entonces ha caído un 37,95% en la provincia. La tendencia, aunque ha presentado algún altibajo, también ha sido decreciente en el caso de las administraciones públicas, que han tenido menor acceso a los créditos por las dificultades exigidas por las entidades financieras o por sus obligaciones para cumplir con el déficit y reducir su inversión. Los bancos y cajas tenían prestadas a las administraciones públicas 570 millones, la cifra más baja en un mes de junio desde el 2007.