"¿Que cuándo debe de aprender un niño a sacar a alguien de un paro cardiaco? Cuanto antes. Mi niña de 3 años ya juega a dar masajes cardíacos. Practica con la muñeca", dice de su pequeña Natalia el médico Rafael Castro. Pero es que ayer, Día Europeo de Concienciación del Paro Cardiaco, fue un buen momento para hablar del peculiar juego de Natalia, un juego que, si lo practicase todo el mundo, podría salvar muchas vidas.

Las cifras cantan por sí mismas: 30.000 españoles sufren una parada cardiaca al año. De ellos, unos 500 en la provincia de Córdoba. Lo peor es que solo superan un episodio de parada cardiorrespiratoria entre el 5 y el 10%, una cifra que podría elevarse a un esperanzador 50% si se aplicase al momento técnicas de resucitación cardiopulmonar. Es decir: unas 200 vidas de cordobeses salvadas al año.

Con esos números, era más emotivo aún ver bailar ayer en el Vial Norte a un millar de los 4.000 escolares que en los últimos días han aprendido, con una canción compuesta por el cordobés Nicolás Almagro, los tres pasos para sacar a alguien de una parada cardiorrespiratoria: reconocer el estado de pérdida de consciencia, alertar al 112 y, mientras llega, proceder al masaje cardiaco y a la técnica del boca a boca . Y todo ello gracias a una iniciativa liderada por el doctor cordobés Javier Fonseca, vicepresidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, y que han respaldado el Ayuntamiento de Córdoba, la Junta de Andalucía y el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (Cercp). Por cierto, no se pierdan en youtube el vídeo promocional del baile que dirigió el cineasta Gerardo Olivares y presentó Pepe Reina: RCP Tu puedes ayudar Córdoba 2013 .

El caso es que el gracejo de algunos de los mil enanos que bailaron en el Vial Norte eclipsó otros actos de la jornada, como el encuentro realizado en el Rectorado por el Cercp, los discursos oficiales, las reuniones profesionales y hasta la entrega de premios a Inmaculada Requena por salvar con una técnica de resucitación cardiopulmonar a su marido, y a Carmen García por hacer lo mismo con Pedro Tuy. "El premio me tocó a mí... aunque se lo han dado a ella", bromeaba Tuy recordando la suerte que tuvo y el mérito de su mujer. En todo caso, si tenemos la mala suerte de sufrir un paro cardíaco, confiemos en que por allí ande alguno de los mil pequeños bailarines de ayer para que nos salve la vida. Que no es ninguna broma.