Con un cielo azul y blanco, como los colores de la Inmaculada, amaneció ayer la ciudad dispuesta a vivir un intenso día donde la Virgen fue la protagonista en distintos templos. La mañana comenzó temprano, así desde la parroquia de San Andrés salió la Virgen de la Esperanza en rosario.

Poco después, comenzaba en la Catedral la misa de la solemnidad de la Inmaculada presidida por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, una eucaristía donde se ordenaron dos nuevos diáconos: José Miguel Bracero Carretero, del Seminario Conciliar San Pelagio, y Francisco Antonio López López, del Seminario Redemptoris Mater San Juan de Ávila ambos han recibido así el primer grado del orden sacerdotal.

Mientras se celebraba esta solemne eucaristía, los templos se llenaban de barroquismo para rendir homenaje a algunas de las titulares marianas de nuestras cofradías que durante la jornada estuvieron en besamanos. De este modo, en la parroquia de Santiago lució la Virgen de la Concepción ante un elaborado altar montado en la capilla donde recibe culto diario. En Santa Marina la Virgen de la Alegría volvió a dejar la estampa de cada ocho de diciembre con un templo repleto de fieles para contemplar a la titular de la hermandad del Resucitado. Muy cerca en Capuchinos, la Virgen de los Ángeles volvió a derrochar elegancia en un sencillo altar. En la misma línea estuvo la Virgen de Gracia y Amparo, en San Nicolás, así como la Virgen de la Palma, en San Lorenzo. Una devoción mariana que también se extendió a los barrios más alejados del centro. Así, en el Campo de la Verdad lució la Virgen del Dulce Nombre, mientras que en el Cerro lo hizo la Virgen de la Encarnación y en el barrio de El Naranjo la Virgen de la Salud.

Además, la hermandad del Sepulcro celebró en La Compañía función principal en honor de la Inmaculada, así como la hermandad de la Purísima Concepción de Linares, con su último día del triduo en honor de La Conquistadora, en una jornada que, como cada año, tiñe de azul y blanco a la ciudad para loar la Inmaculada Concepción de la Virgen.